El luchador chileno-cubano Yasmani Acosta ya tiene la mirada fija en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028, donde espera culminar su esforzada y exitosa carrera deportiva con el mayor logro posible: la medalla de oro.
Tras una histórica plata obtenida en la pasada cita de los cinco anillos, el oriundo de Matanzas no se conforma. Asegura que disfruta de su logro, pero que su verdadera meta es ser campeón olímpico y despedirse de la lucha en la cima.
Uno de los momentos más emotivos de su carrera fue la final en París 2024, donde compitió contra su mentor, el cubano Mijaín López, quien se retiró tras ese combate y luego de colgarse su quinto oro olímpico. La carga emocional fue tan fuerte como el desafío físico.
“De hecho, esa final fue una definición increíble. Fue difícil, no físicamente, sino emocionalmente, por compartir con una persona que te ha ayudado durante 14 años y sabiendo que es su última competencia antes de su retiro. Juegan muchas emociones en contra”, declaró en diálogo con BioBioChile.
El retiro del campeón olímpico con el que compartió casi una década y media de trabajo le abre el camino hacia el oro. Yasmani sabe que las posibilidades de conquistar el título han aumentado.
“Sí, las posibilidades crecen. No sentí que di mi máximo en París. Por eso me queda esa espina clavada y quiero darlo todo en Los Ángeles”, expresó.
Incluso, tras su segundo puesto en la máxima cita del deporte, el luchador nacional admitió que “automáticamente me replanteé metas mucho más altas. Mis sueños crecieron, así como el apoyo de mis amistades y cercanos. Ahora lucho para alcanzar cosas nuevas en la vida”.
Este 2025 ha sido un año tranquilo para el medallista, pero ya comienza a calentar motores. Cerrará la temporada con los Juegos Bolivarianos y el 2026 iniciará una preparación mucho más intensa.
“El próximo año empiezo ya más serio, más fuerte y con todos los eventos necesarios para preparar los Juegos Olímpicos. Las medallas olímpicas se construyen con mucho esfuerzo y sacrificio”, afirmó.
Acosta también fue recientemente distinguido con el Premio Nacional del Deporte, en mayo pasado, un reconocimiento que lo tomó por sorpresa y que lo impulsa a seguir entregando lo mejor de sí.
“La verdad no me lo esperaba. Es un premio increíble. Lo disfruto mucho y lo agradezco también. Pero hay que seguir trabajando”, contó.
En tanto, el deportista de 37 años también piensa en su retiro, pero con una condición clara y esa es terminando en lo más alto en Los Ángeles.
“Es triste seguir compitiendo cuando ya no estás en tu máximo nivel y perder con personas que antes no te ganaban. Por eso creo que Los Ángeles 2028 es un bonito momento para decir adiós. Además, sueño con tener un niño o una niña y dedicarme a mi familia”, sentenció.
De esta forma, Yasmani Acosta va por la gloria definitiva en el que asoma como su último ciclo olímpico. El oro en la cita en suelo estadounidense no es solo un deseo, es la meta que lo mueve hacia su gran despedida.