El presidente de la Asociación Internacional de Boxeo (IBA), Umar Kremlev, se fue en picada contra el Comité Olímpico Internacional (COI) y su extimonel, Thomas Bach, por la autorización a Imane Khelif para disputar los últimos Juegos Olímpicos de París 2024.
Recordemos que la representante de Argelia ganó la medalla de oro de su categoría en medio de cuestionamientos sobre su elegibilidad. Todo luego que se conociera de que había sido vetada un año antes del Mundial de Boxeo, que organiza precisamente IBA.
En entrevista con Daily Mail, Kremlev no escondió su molestia por lo ocurrido con Khelif en el evento deportivo más importante de todos. “Hay mucha corrupción en torno al COI y se violan muchos principios deportivos”, manifestó de entrada.
“El COI no lucha por la equidad en el deporte. Está regalando medallas según sus intereses políticos. Deberían obligar a Imane Khelif a devolver la medalla olímpica de París”, acotó.
“Thomas Bach siempre puso la política en el podio, no a los atletas que deberían estar allí. Y por eso muchos patrocinadores se han negado a seguir trabajando con el COI, porque están violando los principios deportivos”, agregó, en relación a la decisión que tomó COI antes de la cita parisina de quitarle la organización del boxeo a su Asociación, debido al conflicto bélico de Rusia y Ucrania.
Las dos pruebas que Khelif reprobó: “Se debería compensar económicamente a cada atleta que sufrió”
Kremlev subió su apuesta y criticó que, pese a que su entidad realizó dos exámenes médicos de elegibilidad a Khelif, y que ambos fueron reprobados, el COI le haya permitido participar.
En ese sentido, remarcó que el primer test de Khelif fue en 2022. Se realizaron pruebas de sangre a un grupo de deportistas, entre ellas la argelina, ya que había “preocupación” de otras participantes.
“Los resultados arrojaron resultados, digamos, anormales”, admitió Kremlev, sin embargo, decidieron continuar con la cita debido a la poca experiencia en el tema. “Era la primera vez que nos encontrábamos con una situación como ésta, por lo que sentimos que era necesario realizar una segunda ronda de pruebas para estar absolutamente seguros antes de tomar una decisión tan seria”.
Así, un año después, previo al Mundial, se determinó el segundo examen con el resultado ya conocido: se reveló “cariotipo masculino” de Khelif y otras púgiles, siendo descalificadas y vetadas de la competición.
Kremlev rememoró que se le dio 21 días para apelar a las deportistas. Sin embargo, ninguna lo hizo. Meses después, Khelif fue protagonista en los JJOO, siendo autorizada porque su pasaporte decía que su género es femenino, lo que considera como “una traición al deporte”.
“(Bach) Debería arrodillarse y disculparse con todas las boxeadoras víctimas de esta situación. Y debería compensar económicamente a cada atleta que sufrió. Y, por supuesto, las medallas olímpicas deberían ser devueltas”, expresó.
“Todo el mundo habla de inclusión. Pero en el ring, hay reglas. Y las reglas existen para proteger. Sin ellas, no hay deporte. Solo hay caos”, concluyó.
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