Tomás González decidió no seguir en el alto rendimiento en el año 2023. El mejor gimnasta en la historia de Chile, que acabó en un destacado cuarto lugar en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 (salto y suelo), se consideró totalmente retirado del deporte olímpico.
El medallista de oro en los Juegos Panamericanos de Lima 2019 se encuentra en una etapa completamente diferente en su vida y su única relación con el deporte que lo catapultó a la fama es la escuela que tiene para jóvenes valores.
El santiaguino de 39 años exteriorizó en diálogo con El Legado, programa en YouTube que conduce Marcelo Ramírez, las sensaciones que le ha dejado el decir adiós a la gimnasia competitiva.
“Intenté tomarme todo el tiempo posible, Hasta el día de hoy no lo hago (el retiro) 100 por ciento oficial. Mi última competencia importante fue Tokio 2020, que fue 2021, desde ahí empecé a dejar la alta competencia, pero también fue un minuto complejo a nivel psicológico con todo el tema de la pandemia. Fue una despedida un poco rara”, expresó.
“A veces pienso y digo ‘podría pegarme un par de Copas del Mundo más’, porque me siento bien y sigo entrenando. Lo pienso, pero cuando empiezo a entrenar todas las horas que tengo que entrenar y ver toda la gente que no me quiere ver compitiendo y que me hace la vida imposible, ahí digo chao. Pero no lo descarto, tendré que ver bien el próximo año o decido hacer un ‘show’ como de retiro más oficial”, añadió.
Tomás reconoce que ha sido un golpe duro el no volver a la elite y el representar a Chile. “Me he tomado el tiempo para estar claro, tranquilo, tras el luto de dejar la alta competencia. Tu mente vive con estrés alto, metas altas, que no se igualarán en otras áreas de tu vida”, señaló.
“El planificar un año, Juegos Olímpicos, Mundiales… Luego se genera un vacío, pues sientes que no es tan importante lo que ahora hago“, agregó.
En cuanto a lo que más extraña de la gimnasia, González indicó que “es representar a Chile, estar en una Copa del Mundo, ser medallista por mi país. Eso te infla de orgullo. Estar a punto de competir sabiendo que puedo ganar o ser medallista, esa adrenalina”.
Además, González contó cuál es el motor que le ayuda a llenar ese vacío. “Mi escuela me ha servido en ese sentido, para dirigir niños y personas a través del deporte y de mi experiencia. Desde ahí concentrar mis energías y objetivos. Traspasárselo a otras personas”, dijo.
Para cerrar, el ‘Mejor de los Mejores’ del deporte nacional en 2010 y 2012 apuntó al oro panamericano en Lima 2019 como el logro que más valora. En la otra vereda, lo más amargo de su paso por el deporte, apuntó a cómo funciona en Chile el alto rendimiento.