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Mike Tyson reveló que casi muere antes de su polémica pelea con Jake Paul, vista por 65 millones de personas en noviembre en el estadio AT&T en Texas. A pesar de estar autorizado para competir, Tyson sufrió una úlcera sangrante de siete centímetros y necesitó diez transfusiones de sangre. En una entrevista con Fox Nation, confesó que siguió adelante por miedo a ser demandado si no lo hacía. Paul ganó por decisión unánime, revelando luego que optó por no noquear a Tyson, cuya salud era motivo de preocupación entre los fanáticos.

A casi tres meses del evento, la polémica pelea entre la leyenda del boxeo Mike Tyson y el youtuber Jake Paul sigue dando que hablar, principalmente por las revelaciones del propio ‘Iron Mike’.

Tyson, de 58 años, se enfrentó a Paul, de 28, en el estadio AT&T en Arlington, Texas, en noviembre. Lucha criticada por los fanáticos debido a la diferencia de edad y que Tyson lidiaba con problemas de salud.

Se trató de un megaevento, visto por 65 millones de personas a través de Netflix, donde Paul ganó por decisión unánime. El mismo que luego reveló que optó por no noquear a Tyson.

Y si antes y durante el encuentro la preocupación estaba en torno a si Tyson estaba en condiciones físicas de pelear, el propio Mike confirmó las sospechas.

Tyson reveló que casi murió en el período previo al evento, a pesar de que estaba autorizado para competir.

Ahora, en una entrevista con Fox Nation, ‘Iron Mike’ confesó por qué no desistió y siguió adelante con el polémico enfrentamiento.

“Me preocupaba que me demandaran”, aseguró Mike Tyson. “Pensé: ‘Dios, me van a demandar si no hago esta pelea"”, agregó.

El otrora campeón más joven de peso completo explicó que en la previa desarrolló “una úlcera sangrante, de unos siete centímetros. No paraba de sangrar”.

Añadió que recibió “diez transfusiones de sangre. Mi mujer me veía gritar porque me dolía mucho el cuerpo. Y cuando llegaba a casa pensaba: “Ah, ah. Prometo que no me haría esto a mí mismo”.