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Tres mujeres chilenas y una argentina lograron completar el desafío "Interoceánica W", recorriendo 1.500 kilómetros en bicicleta para unir el océano Pacífico con el Atlántico. Constans Ortega, Maite Suazo, Pamela Suazo y Victoria Arango establecieron un precedente en el deporte continental al enfrentar esta travesía de ultra distancia, que incluyó tramos desafiantes como una escalada de más de 170 kilómetros. A pesar de las dificultades climáticas y de los caminos, el equipo logró mantener un ritmo constante de pedaleo, promediando 250 kilómetros diarios hacia Buenos Aires. El objetivo principal fue desafiar límites físicos y mentales, así como motivar a otras mujeres a enfrentar desafíos similares en formato de ultra distancia y autosuficiencia.

Tres mujeres chilenas, junto a una argentina, completaron el desafío “Interoceánica W”, en el cual completaron 1.500 kilómetros a bordo de sus bicicletas para unir el océano Pacífico con el Atlántico.

Las nacionales Constans Ortega, Maite Suazo y Pamela Suazo, además de la trasandina Victoria Arango, realizaron una ruta de ciclismo continua entre el 15 y el 21 de enero pasados para sentar un precedente para el deporte continental.

Este desafío tenía como antecedente lo realizado por un equipo masculino binacional (chileno – argentino) el año 2023, pero era la primera vez que un equipo formado íntegramente por mujeres enfrentaba el tramo de ciclismo de ultra distancia.

El cuarteto inició el desafío con una ruta entre Concón (región de Valparaíso) y Portillo, enfrentando los más de 170 kilómetros de escalada que significaba el primer tramo del viaje.

Luego, las cuatro ciclistas enfrentaron un difícil tramo hasta Mendoza y Uspallata, bajo una inclemente lluvia, anegamientos y cortes de caminos, que complicaron su llegada a Argentina.

Las condiciones no variaron mucho en los siguientes días de la travesía. Pero con el correr de los kilómetros, el clima fue acompañando al equipo y permitió viajes que promediaron los 250 kilómetros diarios a medida que se acercaban a Buenos Aires.

“Nuestro primer desafío fue afiatarnos como grupo, ya que no todas nos conocíamos, teníamos distintos niveles y veníamos de diferentes disciplinas. Y como el plan siempre fue lograr salir y llegar juntas, eso requería llegar a un ritmo común de pedaleo”, reconoció Constans Ortega.

Por su lado, Maite Suazo comentó que la principal motivación para completat el “Interoceánica W” fue “desafiar nuestros límites físicos y mentales, además de ser motivación para otras mujeres para que se atrevan a intentar desafíos de este tipo de formato de ultra distancia y de manera autosuficiente”.