La apuesta de dos amigos en un Superbowl que acabó en un frío asesinato a 6 tiros. El autor del crimen recibió una condena de 75 años de cárcel.
Este domingo Estados Unidos se paraliza por algunas horas. Los Kansas City Chiefs y los San Francisco 49ers dan vida a una nueva edición del tradicional e histórico Superbowl.
Se trata del evento más esperado en suelo estadounidense. Uno que mezcla lo mejor del deporte y la música, y que en la última década fue visto en cada versión por más de 100 millones de personas en el mundo.
Sin embargo, lo que debía ser una fiesta cada año se vio abruptamente empañado en 2013 por un macabro asesinato, solo dos días después del enfrentamiento en el campo de juego.
Una apuesta, 700 dólares en deuda y un crimen
Eddie Roberson (31) y Talif Crowley (38) eran dos amigos de Nueva Jersey. El primero era un fanático acérrimo de los 49ers, que tenían que disputar el gran juego del año.
El segundo, no tan seguidor de la disciplina, decidió apostarle 700 dólares a su cercano. Él apoyaría al rival de turno, los Ravens de Baltimore.
Era un juego más que especial, considerando que se verían las caras en las bancas los hermanos Harbaugh, Jim y John, respectivamente. Y fue más aún cuando el cotejo estuvo detenido, en pleno desarrollo, un poco más de 20 minutos, por una falla eléctrica que dejó todo a oscuras.
Luego de varios idas y vueltas, y emocionantes cuatro cuartos de 15 minutos, los Ravens se llevaron el triunfo por 34-31. Es decir, Roberson, el más radical, debía meter la mano a su bolsillo y pagar.
La sorpresa de Crowley fue mayúscula cuando su amigo decidió simplemente romper el compromiso. Acusaba que hubo trampa por el corte de luz y remarcó que no estaba dispuesto a entregar su dinero. La reunión se acabó.
Dos días después, Roberson se cruzó con Crowley en plena calle. Hubo una confrontación verbal y de un momento a otro el perdedor de la apuesta sacó una pistola y mató de seis tiros a quien supuestamente quería. La víctima iba hacia donde su madre. Así de frío.
El “Asesino del Superbowl” y una condena perpetua
El asesinato marcó a la sociedad estadounidense. Nadie podía entender que una amistad terminara en crimen por una simple apuesta.
Roberson, que escapó del lugar y acabó detenido tres años después (2016), fue de inmediato apodado como el “Asesino del Superbowl”. Bajo ese mote se inició un proceso judicial en su contra.
“Este fue un asesinato particularmente sin sentido de un hombre muy querido en el vecindario”, explicó Adam B. Wells, fiscal adjunto del caso, al medio Northjersey.com.
El jurado escuchó la versión de Eddie Roberson y no pudo hacer más que dictaminarlo como culpable de asesinato de Talif Crowley.
La sentencia para Roberson fue dura: condenado a vivir perpetuamente en la cárcel. Eso sí, para los archivos oficiales hablan de 75 años de prisión.
“Este acusado prefirió matar a un amigo antes de pagar una apuesta amistosa. Me alegra que el jurado lo haya visto tal como era”, agregó Wells.
Este domingo los 49ers, el equipo de Eddie Roberson, tienen una nueva oportunidad de levantar la copa del Superbowl. Van por su revancha. Uno de sus fanáticos, al menos, los tendrá que seguir -si se les arregla- tras las rejas.
