Este miércoles, se dio a conocer una investigación que se lleva a cabo en Australia respecto de maltratos a jugadores indígenas en un club de fútbol australiano (deporte que se asemeja al rugby), donde les habrían aislado de sus familias y sometido a condenables presiones.

La Liga de Fútbol Australiano (AFL) anunció, este miércoles, que ha abierto una investigación respecto de las “graves denuncias” sobre maltratos contra jugadores aborígenes, que incluyen el aislamiento de sus familias y presiones para que sus parejas aborten, en el seno del clubHawthorn de la ciudad de Melbourne.

“Tenemos que llevar a cabo una investigación adecuada para llegar al fondo del asunto”, manifestó durante esta jornada el director ejecutivo de la entidad, Gillon McLachlan, tras anunciar la conformación de un panel independiente para investigar el escándalo y reconociendo “el dolor, la rabia y la pena” de los presuntos afectados y sus familias, cuyas identidades no fueron ni serán reveladas.

Las denuncias apuntan a que varias figuras del Hawthorn, como el entrenador Alastair Clarkson (2005 y 2021) y su asistente Chris Fagan- exigieron que los jóvenes deportistas indígenas sean separados de sus respectivas parejas, de acuerdo a una investigación externa y confidencial realizada por el propio club, filtrada parcialmente por la cadena australiana ABC.

Además, dichos estrategas habrían presionado a un jugador a que su novia aborte, un hecho que le causó al deportista un estrés continuo, trauma e incluso pensamientos suicidas, además de problemas con su pareja, quien sufrió estrés post-parto debido a la angustia causada por estas demandas.

“Clarkson se inclinó sobre mí y me exigió que me deshiciera de mi hijo no nacido y de mi pareja. Luego me manipuló y me convenció de que quitara la tarjeta SIM de mi teléfono, por lo que no hubo más contacto entre mi familia y yo. Me dijeron que a partir de esa noche viviría con uno de los otros entrenadores”, relató uno de los futbolistas al citado medio.

Cabe consignar que Hawthorn, club que ganó cuatro campeonatos de la AFL, incluyendo un triplete histórico entre 2013 y 2015, ha contado en su plantilla con una veintena jugadores aborígenes e isleños del Estrecho de Torres.

El director ejecutivo del elenco de Melbourne, Justin Reeves, calificó el informe como “desgarrador” tras, según sus palabras, leerlo por primera vez. “Estamos profundamente decepcionados de que algunos de nuestros exjugadores y sus familias se sientan así sobre sus experiencias en el club”, expresó.

Las denuncias sobre el maltrato en Hawthorn se dan 18 meses después de la publicación del informe del club Collingwood, también de fútbol australiano (deporte que se asemeja al rugby), titulado “Hacerlo mejor” sobre la cultura sistemática de racismo en ese club.

Y es que los indígenas australianos, que representan el 3,2% de la población total del país, han denunciado ser víctimas de constantes vejaciones desde la colonización, además de ser desposeídos de sus tierras y discriminados sistemáticamente por las instituciones, organizaciones y la sociedad en general

“Los informes sobre el racismo, el daño y la discriminación sufridos por los jugadores indígenas y sus familias en el Hawthorn son desgarradores. Mis pensamientos están con los jugadores y sus familias que supuestamente fueron sometidos a un trato horrible”, señaló, este miércoles, en Twitter la ministra para los Indígenas Australianos, Linda Burney.