El Gobierno de Rusia se tomó en serio la posibilidad que sus deportistas sean suspendidos de los próximos Juegos Olímpicos de París 2024. Una decisión que, en caso de darse, tachan de "crimen".

El ministro de Deporte de Rusia, Oleg Matitsin, exteriorizó su confianza en que los atletas rusos podrán competir en los Juegos Olímpicos de París 2024 y enfatizó en que un eventual veto o suspensión de los deportistas en esta cita “sería un crimen”.

“El tiempo lo dirá. Estamos preparados para todo, pero espero que triunfe el sentido común”, expresó la autoridad para los medios de comunicación rusos.

A su vez, Matitsin manifestó que, por el momento, no hay necesidad de crear “unos juegos alternativos” para deportistas rusos y recalcó: “Muchas federaciones aseguran que el desarrollo del deporte sin Rusia es imposible”.

Cabe consignar que el Comité Olímpico Internacional (COI), hace unos meses, recomendó a las federaciones y a los organizadores de competiciones que “no inviten ni permitan la participación de deportistas ni dirigentes rusos o bielorrusos” en ninguna de ellas, debido a la campaña militar rusa en Ucrania.

Esta medida se mantiene vigente actualmente y fuentes del COI expresaron, recientemente, sus dudas de que los rusos puedan clasificarse a París 2024, considerando que este proceso comienza casi dos años antes de la propia competición.

Al respecto, hace unas semanas, la rusa María Lasitskene -triple campeona mundial de salto de altura- se encaró con el presidente del COI, el alemán Thomas Bach, por apoyar la suspensión de deportistas rusos por motivos políticos.

La deportista aseguró que la sanción contra los atletas “no detuvo la guerra sino que desató una nueva, en torno al deporte, que ya es imposible de detener”.