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La caída del ’príncipe Hamed’: la única derrota del excéntrico boxeador que bailaba mientras peleaba

23 junio 2020 | 07:00

Naseem Hamed fue uno de los grandes boxeadores que ha regalado Inglaterra. Pero el campeón mundial en múltiples ocasiones de peso pluma es más recordado por su estilo que por sus logros.

Y es que el ‘príncipe’, como se autodenominó, intrigó a quienes seguían el pugilismo de fines de los 90′ y veían, cada vez que él subía a un cuadrilátero, a un excéntrico tipo que bailaba mientras peleaba.

Pero Hamed no era solo un showman. El oriundo de Sheffield tenía un talento innato y, su velocidad y desplante, descolocaban a cualquier rival que se atrevió a desafiarlo.

Así, el ‘príncipe’ llegó a ostentar un récord de 35 victorias, 31 de ellas por nocaut, y cero derrotas. Su destacada carrera lo llevó a ser campeón europeo de peso gallo con apenas 20 años y luego fue monarca mundial de peso pluma.

Con su calzón de diseño de tigre sumó fanáticos y detractores y, luego de firmar con Frank Warren, sus entradas al ring también comenzaron a ser excéntricas y potenció más su personaje.

Descendió en una alfombra voladora, fue levantado en un trono dorado y bajó como lo hizo Daddy Yankee en el Festival de Viña del Mar 2006 (que buena entrada).

El 7 de mayo de 2001, Hamed llegó hasta el MGM de Las Vegas en una circunferencia con piel de tigre. Ahí, el británico defendería su título lineal de peso pluma ante el mexicano Marco Antonio Barrera, quien no era muy fanático de los bailes del campeón.

The Fight City

“Imbécil”

“El ring no es para bailar, imbécil. Ya concéntrate en la pelea”, amenazó de entrada el azteca, quien llegó a Las Vegas con la intención de potenciar su carrera. Y lo demostró.

Ya arriba del ring, desde el primer round Barrera demostró su poderío y las debilidades de Hamed quien, pese a su rapidez, le costaba esquivar los golpes de su contrincante.

El mexicano, por su parte, se mantuvo estoico ante los bailes y veloces puñetazos que intentó pegar, sin éxito, el ‘príncipe’ del boxeo.

Hamed disimuló el daño que los golpes de Barrera estaban causando e intentó mantener su estilo. El cansancio, sin embargo, empezó a ser cada vez más notorio y cada gancho conectado por el azteca estremecía el cerebro del inglés.

El campeón aguantó los 12 asaltos, pero el resultado fue unánime: Marco Antonio Barrera era el nuevo monarca mundial de peso pluma.

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El adiós del ‘príncipe’

Pese a los duros golpes y a haber perdido su récord de invicto, Naseem Hamed se retiró con la frente en alto y, curiosamente, aliviado de haber sido derrotado.

“Confíen en mí, soy feliz. He aguantado 12 rondas y he salido vivo. Así es como sale un verdadero luchador y un verdadero hombre”, aseguraba el ‘príncipe’ tras la pelea.

“Creo que me esforcé demasiado. Quería eliminarlo. Intenté aterrizar un golpe determinado y no puedes hacer eso. No hice los ajustes que quería hacer en la pelea”, complementó Hamed.

La fama, reconocería tiempo después el británico, le estaba pasando la cuenta. Eso lo llevó a bajar su rendimiento y el combate ante Barrera fue el punto final para sus excentricidades.

Un año después, Hamed se enfrentó al español Manuel Calvo en la que fue su última pelea y victoria. Sin anunciar oficialmente su retiro, el otrora campeón e invicto bailarín no volvería a subir a un cuadrilátero.