Eddie Hall, en julio de 2016, se convirtió en el primer hombre en levantar 500 kilogramos en peso muerto. Una hazaña, sin embargo, que le pudo costar muy caro.
Hall cayó al suelo debido al daño que su cerebro había sufrido a causa del esfuerzo que necesitó para levantar media tonelada. Debió ser levantado por asistentes y, finalmente, fue atendido detrás del escenario.
Ahora, aprovechando el confinamiento por el Covid-19, el propio deportista inglés reveló desconocidos y dramáticos pasajes del aquel momento.
“Me di cuenta de que me estaba quedando ciego, perdí la visión en el centro de mi ojo, no podía ver a su alrededor. Fue entonces cuando me asusté bastante”, partió relatando Hall.
“Recuerdo acostarme de espaldas y mirar el techo… ese horrible pasillo, detrás de la arena. Solo mirando ese techo con todos los conductos de aire y todo, y pensé, ‘aquí es donde voy a morir. Esto es, aquí es donde muere Eddie Hall’”, añadió el levantador de pesas.
Luego, Hall recordó que las venas de su cabeza comenzaron a estallar. “La gente me estaba limpiando la sangre de los oídos, tenía sangre saliendo por los conductos lagrimales de mis ojos, la sangre todavía salía por mi nariz”, detalló el deportista.
“Creo que fue algo bastante evidente que hice algo serio, exploté algo en mi cabeza que fue bastante desagradable. Más allá de la hemorragia cerebral grave y de los signos de conmociones cerebrales posteriores, me recuperé en dos semanas, mental y físicamente”, sentenció el británico.