Un papelón en Lima. Un grupo de periodistas chilenos fue amedrentado violentamente por barristas de Alianza en la previa del juego de Copa Sudamericana entre el conjunto peruano y La U, por la ida de cuartos de final.
“Nosotros somos el primer control y después viene la policía”, habrían dicho los sujetos, según pudo confirmar el comunicador de RedGol y enviado especial al compromiso, Cristian Fajardo.
Los trabajadores chilenos, la mayoría pertenecientes a medios partidarios a la institución ‘azul’, fueron despojados de sus cosas y registrados uno a uno por los seguidores peruanos.
El hecho también lo dio a conocer Marco Escobar, de DirecTV Sports, que estuvo en el recinto: “INSÓLITO E INACEPTABLE! Barra de Alianza Lima era la encargada de revisar a la prensa chilena en la zona de acreditación. Hubo amenazas a colegas. ¡BASTA!”, escribió en redes.
“La barra no nos quería dejar entrar solo por ser chilenos”
Una de las periodistas revisadas, contó su testimonio en vivo al medio La Magia Azul. “Perdón la voz, pero tengo mucha impotencia. Veníamos con tres colegas y sufrimos una situación increíble”, empezó diciendo.
“Nosotros venimos sin vestimenta, ni nada de La U. Estábamos haciendo la fila con un fotógrafo, un amigo del Rincón del Bulla, y de la nada se acercan 4 o 5 tipos de la barra de Alianza a decirnos ‘qué hacen aquí, son chilenos, les vamos a quitar las cosas"”, agregó.
La comunicadora hizo hincapié en que “ellos estaban en sector no autorizado. Y la gente de Alianza que estaba ahí, del club, de prensa no hizo nada. Después llamaron a la policía, al oficial de Conmebol, porque la barra no nos quedaría dejar entrar solo por ser chilenos. Increíble”.
“Una policía mujer me tocó por todos lados, me revisaron entera, para verificar que no teníamos nada de La U, y así fue, porque no teníamos nada. Estuvimos cerca de media hora esperando, mientras la barra de Alianza, la gente del club, diciendo que nos fuéramos. Una impotencia total, uno viene a hacer su trabajo. No entiendo por qué la barra estaba en un lugar no autorizado y nadie hacía nada”, cerró.