El presidente de Azul Azul dice que los universitarios se sienten cómodos jugando en el Nacional y que prefiere que la institución trabaje en silencio por un estadio propio: "Cuando tengamos algo sólido, que se pueda contar, contarlo. Entre tanto, tener la boca cerrada".

Este jueves, el presidente de Azul Azul, Michael Clark, se refirió nuevamente al histórico anhelo de la Universidad de Chile de contar con estadio propio, tema que ha reflotado luego de que se supiera que Colo Colo busca renovar el Monumental.

Situación que se suma a la presión que ya había en el equipo laico, luego de que la Universidad Católica iniciara la ambiciosa renovación de San Carlos de Apoquindo, y que llevará a dicho recinto a ser uno de los más modernos de Sudamérica.

Frente a eso, el líder de la concesionaria Azul Azul, descartó que los avances de sus archirrivales sugieran una presión extra ante el esperado y largamente dilatado sueño del estadio propio para La U.

“Más allá que otros clubes avancen con sus estadios o anuncien inversión en sus estadios, Yo creo que para el club es una prioridad (el estadio propio)”, comentó Clark luego de la Junta de Accionistas.

Michael Clark insistió en que “más allá de que otro equipo esté haciendo una cosa u otra, lo que La U tiene que mirarse a sí misma, tiene que preocuparse de sus problemas”.

Agregó que contar con un recinto “ha sido un anhelo histórico”, pero también, agregó “poco conceptual, porque la U se siente muy cómoda jugando Ñuñoa”.

Michael Clark profundizó respecto del Estadio Nacional, y agregó que es “donde La U ha obtenido” sus logros “más importantes”.

Además, dijo que “para los hinchas es muy cómodo, con cuatro acceso, con buenas vías, con el Metro en la puerta, etcétera”.

No obstante, reconoce que la realidad del uso del Nacional si pone presión en avanzar hacia un reducto que no tenga que ser compartido o arrendado.

“Lo que nos ha demostrado la experiencia reciente es que cada vez es más difícil poder organizar partidos en el estadio (Nacional), porque obviamente es una infraestructura pública y mucha gente quiere ocupar esa infraestructura”, aseguró el presidente de Azul Azul.

Cerró explicando que prefiere que la institución trabaje en silencio y que “cuando tengamos algo sólido, que se pueda contar, contarlo. Entre tanto, tener la boca cerrada”.