Horas después de jugar su último partido como profesional, Walter Montillo aclaró su salida de la U y lo que fueron los últimos meses para él como jugador de los azules.

Entre otras cosas dejó contó que vino por una gestión de Caputto, y que con el único dirigente que se sentaría a tomar un café ahora es Sergio Vargas.

“Hay muchos chicos que puedan llegar a arreglar, pero Matías y yo no íbamos a seguir. Son chicos que han dejado una huella grande en el fútbol chileno, sin tener temas extra futbolísticos y uno siempre quiere seguir, solo que confundieron las formas. Si los dirigentes piensan que uno termina un ciclo, no hay que esconderse hasta el final”, cree la ‘ardilla’ en conversación con Radio Futuro.

“En Universidad de Chile y en otros equipos del fútbol chileno te miden mucho por la edad y no por lo que haces en la cancha. Eres como un yoghurt con fecha de vencimiento. Porque si uno es profesional, con todas las cosas nuevas que hay ahora, es mejor en temas de lesiones y nutrición. Entonces en la U es mejor que no indiquen con el dedo a los más grandes, porque son los que conducen a los más chicos”, añadió.

Sobre el saludo de Neymar y algunos colegas que lo saludaron por su retiro, Montillo asegura que “Me han valorado más afuera que en el club donde quería estar. La dirigencia o nunca quiso que yo venga o era una piedra en el zapato”.

Sobre su esperado regreso, al menos parar los hinchas y para él, explicó quiénes fueron los que realmente se esforzaron para que viniera desde Tigre de Argentina.

“Yo creo que mi vuelta a la U viene por Hernán Caputto. Se jugó el pellejo para que yo vuelva y a mi me pusieron muchos ‘peros’. Lo que más me llamó la atención, es que yo no les pedí que renovaran y hasta la llegada de Rafael. No sé quién bajó el dedo, pero el entrenador no quería que siga o no le gusta los de mayor edad o habría hecho mucho más. Me tocó escuchar mucho más, y me las banqué hasta hoy. De que mi GPS no era para jugar los 90’s, incluso me tocó entrenar con el tercer equipo”, lamenta.

Tras su salida de la Universidad de Chile, es tajante y afirma que “Con el único que me sentaría a tomar un café es con Sergio Vargas. Creo que fue el único que no salió a hablar con la prensa y me respetó. Me enojé con él porque no me defendió. Pero ellos tenían miedo que yo tirara mierda para dentro. Entonces a Sergio le pediría un café, pero con los otros no tengo nada que hablar”.