A sus 32 años, el arquero Lawrence Vigouroux se ha consolidado como titular en La Roja respondiendo con seguridad en la última fecha FIFA, donde solo recibió un gol de penal y realizó destacadas intervenciones frente a Rusia y Perú.
Tras años de espera, el portero parece haber encontrado su momento de gloria, tanto en el ‘Equipo de Todos’ como en el Swansea de la Championship inglesa, donde ha sido considerado uno de los mejores de la categoría.
La espera por La Roja fue larga, pero nunca perdió la esperanza. Su primer llamado a la selección fue en 2013, por Mario Salas, para el Sudamericano Sub 20. Sin embargo, no logró quedar en la lista final para el Mundial de Turquía.
A pesar de ese revés, la oportunidad de defender a Chile nunca dejó de ser su objetivo. En 2018, recibió una llamada de Reinaldo Rueda, el entonces técnico de Chile, que le ofreció una convocatoria para los partidos contra Japón y Corea del Sur. Aunque no jugó, el simple hecho de estar allí fue un reconocimiento a su perseverancia.
Incluso, Vigouroux recibió ofertas para defender a otro país. Jamaica se mostró interesada en contar con el golero nacido en Londres. Sin embargo, el guardameta nunca consideró esta opción.
“Nunca quise rendirme de jugar por Chile. Aunque pasara toda mi carrera sin jugar un solo partido, habría estado bien. Recibí muchas llamadas de Jamaica para representarlos -calificó a través de su madre-, pero nunca fue una opción”, dijo en entrevista con el medio británico The Athletic.
“Siempre quise esa oportunidad de jugar un partido para la selección de Chile. Me siento tan afortunado y bendecido de haber podido hacerlo”, añadió.
El ansiado debut en La Roja adulta llegó finalmente este año, en septiembre pasado, y en un escenario soñado, aunque el resultado no acompañó (0-3). “No muchos pueden decir que debutaron en el Maracaná contra Brasil“, comentó.
“Incluso, Claudio Taffarel (mundialista con la Verdeamarelha en 1990, 1994 y 1998) me dijo que lo hice bien y que era bueno con los pies. Que él diga eso es un privilegio“, añadió.
Pocos días después, su abuelo de 89 años pudo presenciarlo en vivo en el Estadio Nacional de Santiago, un momento profundamente emotivo para el portero.
“Fue la primera vez que me vio jugar en vivo. Increíble tenerlo ahí. Cada vez que voy a Chile para los descansos internacionales, tenemos un día libre, y siempre lo paso con mi abuelo y mi tío. Así que ellos vinieran al estadio a verme fue algo maravilloso”, indicó emocionado Lawrence, que hoy vive el mejor momento de su carrera.
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