La Roja se alista para cerrar un capítulo complejo en las Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial 2026. Este martes, Chile recibirá a Uruguay en un duelo que marcará el fin de una campaña accidentada y el interinato de Nicolás Córdova, quien asumió tras la salida de Ricardo Gareca.

El actual jefe de las selecciones juveniles se ha visto obligado a asumir un rol protagónico en un presente crítico, con Chile colista, y lo hace con una mirada amplia y autocrítica, consciente del momento que atraviesa el ‘Equipo de Todos’.

De entrada, llamó a mirar el futuro y se refirió a la posibilidad de continuar en el combinado adulto pensando en el proceso hacia la Copa del Mundo del año 2030.

“La verdad yo voy a trabajar desde el lugar que me toque y tengo súper claro cómo funciona el fútbol, llevo demasiado tiempo en el fútbol. Podría haber tres panoramas: que mi nombre esté ahí, el que yo me quede en el lugar que estoy en selecciones juveniles o que por rendimiento yo tenga que salir“, declaró con honestidad.

Por ahora, su foco está en cerrar de la mejor forma el proceso clasificatorio. “Mi único presente es el partido contra Uruguay y llegar de la mejor manera al 27 de septiembre. Lo demás no lo cuestiono, queda un partido de Clasificatorias, un Mundial Sub 20, un Mundial Sub 17 y un viaje a Rusia”, dijo.

Por otro lado, Córdova abordó con franqueza la dura caída ante Brasil por 3-0 en el Maracaná, contextualizando su propuesta táctica.

“Se ha hablado mucho de que habíamos sido muy cautelosos, de alguna manera muy respetuosos con Brasil. La realidad es que el plan de juego va en función del rival de turno. El contexto de Brasil en Maracaná, nosotros en un proceso nuevo, con un chico de 18 años debutando, en general son condiciones adversas”, explicó.

En tanto, el seleccionador interino adelantó que se verá una propuesta diferente ante Uruguay, aprovechando la localía y mayor conocimiento del plantel. Sin embargo, fue claro en que su trabajo no debe medirse solo por este paso fugaz al mando del primer equipo.

“No quiero excluirme de estar acá, pero sería demasiado reductivo que yo deba dejar una imagen en lo que estamos haciendo en estos 10 días, a mí me tienen que juzgar por lo que estamos haciendo en las juveniles, ese es mi real trabajo“, aseveró.

Una visión más allá del resultado

Córdova también puso sobre la mesa los desafíos estructurales que enfrenta el fútbol chileno. Su discurso no elude responsabilidades, pero intenta ir más allá del cortoplacismo que suele reinar en la selección adulta.

“Hoy día, nosotros vinimos acá, hemos puesto la cara para que la federación en enero tome una decisión no apurada y que pueda venir alguien que pueda guiarnos para poder a clasificar. Esto no se sostiene sin una clasificación a un Mundial. La persona que tiene que venir tiene que generar un proceso”, enfatizó.

Y es precisamente en esa falta de recambio donde Córdova hizo una pausa crítica. “El otro día en Brasil estaba Estevao, que es 2007, nosotros no tenemos ningún 2007 que tenga la posibilidad de estar en la selección mayor. De eso hay que hablar”, señaló.

“¿Por qué hoy día no tenemos ningún convocable de 18 años? ¿Por qué en la Sub 20 hay sólo un 2007 que pueda estar en el Mundial? Mañana vamos a tratar de poner el mejor equipo que pongamos, de hacerlo lo mejor posible, pero la discusión debe ir hacia otro lado. La pregunta del millón es si en Chile estamos trabajando para sacar jugadores de alto rendimiento, nos la tenemos que hacer todos”, complementó.

La Roja enfrentará a Uruguay con la misión de evitar el último lugar de la tabla de las Eliminatorias, pero sobre todo, con la necesidad de comenzar a construir un nuevo ciclo desde las bases.