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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

Marcelo Bielsa, reconocido entrenador argentino, dejó una huella imborrable en la selección chilena durante su paso entre 2007 y 2011, logrando clasificar al Mundial de Sudáfrica 2010. Exjugadores como Mark González y José Fuenzalida revelaron anécdotas insólitas sobre su excentricidad, como el episodio en el que Bielsa se desnudó y se tendió en una camilla tras una derrota en Ecuador. A pesar de su intensidad y exigencia, sus dirigidos reconocen su genio futbolístico, aunque admiten que convivir con él no era tarea sencilla.

Meticuloso, obsesivo, pero también impredecible. Marcelo Bielsa ha dejado una huella imborrable en cada equipo que dirigió, no solo por su estilo de juego, sino también por sus excentricidades.

El entrenador argentino, que estuvo al frente de la selección chilena entre 2007 y 2011, marcó un antes y un después en la historia de La Roja. Pero más allá de los logros deportivos, también fue protagonista de episodios insólitos, que sus propios exjugadores recuerdan con una mezcla de asombro y admiración.

Los exseleccionados nacionales Mark González y José Pedro Fuenzalida sorprendieron hace un par de años con una historia que, hasta ese momento, nunca había salido a la luz.

Una anécdota que asoma como una muestra más del temperamento incontrolable que caracterizó al rosarino durante su paso por el ‘Equipo de Todos’, al que clasificó a la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010.

Tengo una pero no sé si contarla”, lanzó el ‘Chico Mark’, entre risas nerviosas y miradas cómplices. El exjugador de Liverpool pidió permiso a su compañero de vivencia, y tras un gesto afirmativo del ‘Chapa’, se animó a revelar la insólita escena ocurrida tras un partido por Eliminatorias (12/10/2008).

“Después de un partido en Ecuador… perdimos ese partido y entra Bielsa al camarín ‘caliente’ (enojado). No le hablaba a nadie. Caminaba para acá y para allá… Y había otro camarín al lado nuestro, nos separaba una puerta, y de repente yo entro y se había ‘empelotado’ (desnudado) y se puso arriba de una camilla boca arriba, como que lo fueran a operar y estuvo como media hora así”, relató entre risas al entonces programa ‘Abrazo de Gol’ del CDF.

Tiempo después, González rememoró aquel episodio y dijo a Cultura del Gol que “solo él sabe por qué hace las cosas, nosotros no entendíamos”.

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“Marcelo Bielsa cambió la mentalidad del futbol chileno. Nuestro problema era mental y físico. Aprendí bastante con él, a saber cuándo moverme y cuándo no. Cuando perdíamos, el vestuario era un velatorio. Por la personalidad de Bielsa, no volaba una mosca. Teníamos miedo”, continuó.

“Se volvió loco paseándose y sacándose la ropa”

Fuenzalida, por su parte, no solo confirmó el episodio, sino que agregó otra escena similar que vivió junto a Bielsa, específicamente tras la final del Torneo Esperanzas de Toulon 2008, en Francia.

“Vivía los partidos con tal intensidad… Nosotros perdimos la final con Italia 1-0 jugando bien, con muchos jugadores menos y él se peleó con el técnico de Italia. Él se fue al camarín enojado y cuando entramos al camarín, también, se volvió loco paseándose y sacándose la ropa”, contó el excapitán de la UC.

Ambos futbolistas coincidieron en que el carácter del entrenador era parte esencial de su método, aunque no siempre fácil de sobrellevar.

“Es un genio del fútbol, pero su grado de locura hay que saber manejarlo porque no es fácil la presión que impone en los entrenamientos y en los partidos. El nivel de exigencia es muy grande”, reconoció Fuenzalida.

Estas anécdotas ayudan a comprender por qué Bielsa despierta pasiones tan extremas. Para sus dirigidos, convivir con su intensidad no era tarea simple. Pero quienes lo vivieron de cerca aseguran que la experiencia, aunque desgastante, los marcó para siempre.