La derrota de la Selección chilena, la décima de estas Eliminatorias al Mundial 2026, acabó por sentenciar el proceso de Ricardo Gareca al mando de La Roja.
13 partidos oficiales alcanzó a dirigir el ‘Tigre’, donde cosechó el nefasto registro de ocho derrotas, cuatro empates y una victoria: un 17,9% de rendimiento que lo convierten en el peor técnico en la historia del combinado nacional.
¿Pero en qué falló el trasandino? ¿Cómo la ilusión que despertó en el país a comienzos de 2024 mutó a un desprecio generalizado en contra del estratega?
Decirlo números en mano resulta cosa fácil, pero Gareca jamás debió llegar a la Selección chilena.
Sus buenos resultados con Perú -clasificándolo al Mundial de Rusia 2018 y al repechaje de Qatar 2022- lo perfilaron como el candidato ideal para La Roja, pero la gran mayoría pasó por alto, tal vez por el impulso de querer ver nuevamente al ‘equipo de todos’ en un Mundial, el contexto.
En la Blanquirroja, Gareca supo aprovechar una base de jugadores con experiencia que aun podían aportar mucho a su equipo. Y en Chile, el ‘Tigre’ se topó con una Generación Dorada que pedía a gritos un recambio. Y no escuchó.
El técnico argentino recurrió a Claudio Bravo, Mauricio Isla, Arturo Vidal, Alexis Sánchez y Eduardo Vargas quienes, por obvias razones, dijeron que “sí” al llamado del entrenador de Chile.
Uno de los pocos que dijo “no” fue Charle Aránguiz, y el volante tenía un punto. “Creo que también estamos en tiempo de que deberíamos integrar gente más joven y darle minutos, darle experiencia”, dijo el ‘Príncipe’ en su momento.
Los fallidos zarpazos del ‘Tigre’ Gareca
Ricardo Gareca, con sus 67 años, es un técnico a la antigua. La edad no es excluyente, es cosa de ver a Carlo Ancelotti (66) intentando despertar a Brasil, o a Gustavo Alfaro (62) liderando un campañón con Paraguay.
Pero el ‘Tigre’ es de esos viejos tercos, como él mismo se definió en la previa del duelo con Bolivia, que no dan su brazo a torcer.
Y eso lo pagó Chile, con un entrenador obstinado que optó por convocar jugadores de su confianza, muchas veces cuestionados, para reflotar una Selección que se hundía.
No hubo visitas a partidos de las ligas chilenas, tampoco seguimiento a los equipo juveniles de La Roja. El DT prefirió pasársela en Argentina y armar una lista por “tincada” cada vez que una fecha de Eliminatorias se acercaba.
Su insistencia por nombres como los de Esteban Pavez, Igor Lichnovsky, Diego Valdés, Jean Meneses o Marcos Bolados son reflejo de lo anterior.
Aunque el ‘Tigre’ también quiso dar sus zarpazos en cancha, con resultados nefastos. Es cosa de recordar el paupérrimo 1-2 ante Bolivia en el Estadio Nacional, donde el estratega acabó “quemando” a Ben Brereton, Gabriel Arias, Matías Catalán o Erick Pulgar.
No solo para nombres fue testarudo Gareca, también lo fue con su planteamiento. Esquemas que jamás funcionaron, por más que afinó nombres y puestos, y que desnudaron que esta Selección chilena jamás fue para él.
Y eso que oportunidades tuvo el argentino. A Reinaldo Rueda y Eduardo Berizzo la ANFP los despidió por rendimientos mejores que el cosechado por el ‘Tigre’.
Pero claro, con él Chile goleó a Albania y le dio pelea a la poderosa Francia en amistosos, duelos preparativos que, para un cargo tan importante como el de un seleccionador, jamás deberían ser vara seria de medición.
Al menos el peor entrenador en la historia de La Roja ya se fue. El ‘equipo de todos’ está por el suelo, siendo el hazmerreír de Sudamérica, y Pablo Milad junto a la ANFP no saben cómo enmendar la situación. Gracias Ricardo Gareca por…