La otrora seleccionada de La Roja femenina, Francisca Moroso, detalló en conversación con BioBioChile como ha sido su vida fuera del fútbol profesional y comentó como logró superar la fuerte depresión que la aquejaba al momento de dejar la selección chilena.

La depresión es sin duda una de las enfermedades más silentes y está presente más cerca de lo que pensamos, ya que según informaciones entregadas por el Ministerio de Salud a comienzos de este 2023, un 6,2 % de la población en Chile sufre algún caso de esta índole.

Nadie está a salvo de ella y puede llegar en cualquier momento de la vida. Su lucha contra ella es cada vez más complicada, pero no por eso insuperable, ya que hay casos en donde la vida vuelve le vuelve a sonreír a las personas que padecen de esta enfermedad.

Este es el caso de Francisca Moroso, exjugadora de La Roja femenina que hace algunos meses hizo noticia por estar buscando financiamiento para poder costear un tratamiento contra la depresión.

La chilena que registró pasos por Colo Colo, Católica, Universidad de Chile, Santiago Morning, Real Sporting Gijón y CFF Cáceres de España, comentó en julio, en conversación con BioBioChile, que estaba comenzando a costear el tratamiento llamado DBT (terapia dialéctico conductual) y para eso, necesitaba en aquel momento la ayuda monetaria para poder realizarlo.

Francisca Moroso y su lucha contra la depresión.
Cedida.

El aquel diálogo, Francisca confesó que “si bien tengo Isapre, no me cubren nada. Me devuelven 5 mil pesos y cada sesión, que son semanales, cuesta 60 mil”, motivo por el cuál realizó una rifa solidaria con grandes premios para alcanzar el objetivo.

Meses más tarde, nuevamente en diálogo con el medio, contó como ha sido su evolución tras largos meses de tratamiento para poder superar una fuerte depresión que la llevó a dejar la actividad del fútbol en 2021.

Ahora con un nuevo ánimo y semblante, Francisca cuenta a BioBioChile como ha sido su evolución y los nuevos desafíos que se encuentra asumiendo en su vida, mientras que también confesó detalles de su periodo en la selección chilena femenina y como sus últimos momentos aumentaron aún más la depresión que sufría.

El primer paso del cambio para Francisca Moroso

-¿Cuál fue el resultado de la rifa a beneficio y cuánto ayudó a costear el tratamiento contra la enfermedad?

“La rifa me ayudó mucho la verdad. Tuvo una muy buena recepción de la gente y con todo lo que junte pude costear 4 meses del tratamiento. Esto me ayudó mucho. Sin embargo, debo reconocer que en Chile es muy difícil acceder a la salud mental y eso se dio a conocer con mi caso en ese entonces”.

-¿Cómo es el tratamiento y cuál ha sido tu avance?

“Hace poquito logré terminar con el tratamiento de DBT (duró 10 meses) y consiste en una terapia grupal en donde te enseñan habilidades para poder lidiar con todos esos sentimientos que produce la depresión como la angustia, la ansiedad, la pena, todo eso. Ahora solo me encuentro con mi psicólogo personal y psiquiatra”.

“Ahora me encuentro mucho más estable, sin crisis, estoy con más ganas de hacer cosas. Se podría decir que el periodo de depresión ya se fue. Fueron años muy duros, pero ahora siento con más energía, con más ganas, pero eso sí, sigo pegada con los medicamentos y a mi psicóloga, es lo que me mantiene estable”.

-¿Cómo ha ido tu vida en el ámbito profesional ya fuera de las canchas?

“En enero pasado decidí abrir una escuela de fútbol femenino bajo el nombre de Tiane Endler en Viña del Mar y la verdad es que ya llevamos 1 año con las chicas trabajando y han sido 12 meses de un crecimiento enorme, de aprendizaje. Me llena de orgullo ver como tantas niñas se suman a querer jugar fútbol, cosa que cuando yo era chica no habían escuelas por ningún lado”.

El equipo de Francisca Moroso.
Cedida.

“Siento que estoy devolviendo la mano a todo lo que me entregó el fútbol para que las niñas puedan en un futuro tener mejores condiciones y herramientas para poder demostrar todo lo que pueden hacer en el deporte”.

El fútbol, una vía de escape contra la depresión

-¿Cómo Christiane Endler llegó a apoyar y a brindar el nombre para la escuela que mencionas?

“Yo lo conversé con ella (Tiane Endler) y a través de estas escuela tiene la opción de hacer filiales y obviamente hay que pagar una especie de prima por hacer uso de su imagen, es una especie de contrato”.

“Tiane ahora está super contenta porque en Viña no tenían sede y era un lugar en donde querían tener un nombre propio. La verdad es que todo ha salido super bien hasta ahora. De hecho, el sábado pasado (23 de diciembre) tuvimos un torneo entre las sedes y nosotras salimos campeonas, así que ahora estamos muy felices por finalizar el año de esta manera”.

“La verdad es que ha sido un escape tremendo y una ayuda contra la depresión. Me ha hecho super bien. He podido volver a mis orígenes, ya que soy profesora de educación física y todo esto ha sido un proceso de sanación para mí. Ahora trato de ayudar a la gente, de ayudar a que la salud mental sea visible. A través de mi Instagram me escribe gente preguntándome cosas y me gusta ayuda, ya que me ven como un referente de la salud mental en Chile”.

La Roja, un paso de altos y bajos y marcado por la figura de José Letelier

-¿Podrías brindar un breve análisis de lo que fue tu paso por La Roja femenina?

“Mi periodo en La Roja fue de altos y bajos. En un comienzo estuve muy feliz por representar a Chile y todo lo que significa eso y ya al final de mi etapa en la selección, cuando estaba José Letelier en la banca, fue un periodo muy difícil para mí ya que tuve muchos problemas con él, dilemas que me trajeron muchos problemas de autoestima”.

Francisca Moroso representando a Chile.
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“Perdí las ganas de jugar fútbol, perdí la confianza en mí, sentía que era una jugadora que no servía gracias a él y menos mal pude salir de ahí, cerrar esa etapa que fue super dolorosa y destructiva (al final me refiero, porque todo lo demás fue muy bonito y lo agradezco mucho). Por suerte pude salir de ahí y cerrar ese periodo de mi vida en momentos en donde el fútbol ya no me estaba dando alegría, si no por lo contrario, me estaba dando mucha angustia, ansiedad y ahora ya, después de todo el tiempo que ha pasado, le he retomado el gusto y el amor que le tenía al fútbol”.

-¿Qué se viene en el futuro para Francisca Moroso?

“Para mí, lo que más me llena es seguir dándole visibilidad a la salud mental en Chile, ya que cuando me tocó a mi me sentí muy sola, poco comprendida y quiero que la gente vea en mí algo totalmente contrario. Que sienta la confianza para hablarme, y yo poder dar el mejor consejo o conversación para ayudar a quienes estén pasando por este tipo de enfermedades”.

“Cómo misión me autoimpuse de mostrarme como una ayuda para que la gente no se sienta sola, ya que la depresión o cualquier enfermedad de salud mental necesita la mayor cantidad de ayuda posible”.

“Mientras que en lo profesional, ahora comenzaremos un nuevo año (2024) con la escuela y estoy super motivada con las niñas que tenemos. Ojalá poder seguir creciendo y poder sacar a futuras jugadoras y lo más importante es que hagan deporte formando valores, que puedan hacer amigas dentro del deporte”.

Francisca Moroso y su equipo de jugadoras de Viña del Mar.
Cedida.

-¿Algún mensaje o saludo para quienes lean tus palabras?

“Primero quisiera dar las gracias a todas las personas que me han apoyado en este proceso, sobre todo a mi familia y decirle a la gente que está pasando por un mal momento, que se siente atrapada en la angustia y en la pena, que no están solos, no duden en escribirme. Yo estaré siempre para cualquier persona, conozca o no la conozca, ya que para mí siempre será bienvenido poder ayudar a la gente”.

“Les insto a que se apoyen entre familiares, que tengan la seguridad que al final de todo lo malo, de todo el túnel negro, hay una luz de esperanza para poder salir de ahí”.