Luego del desaire que sufrió Pablo Milad y la ANFP, las entidades paraguayas buscan fórmulas para 'compensar' a nuestro país.

La exclusión de Chile de la organización del Mundial de 2030 sigue dando que hablar, luego de desnudar a un alicaído fútbol nacional. El enojo entre los hinchas y principales actores de este deporte en el país no se ha hecho esperar, siendo Pablo Milad y la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP), los principales apuntados.

Y es que, durante la campaña para ser electos como sede de la Copa del Mundo en conjunto con Argentina, Uruguay y Paraguay, además de involucrar a los distintos gobiernos (Sebastián Piñera y Gabriel Boric), los gastos administrativos y la inyección de recursos para dicha tarea ha sido grande en los últimos tres años.

Es por esto que la molestia de Chile con la Conmebol -como si de un puñal en la espalda se tratara-, sobre todo con su presidente paraguayo Alejandro Domínguez, es evidente.

Para calmar los ánimos, el mandamás del ente rector del fútbol sudamericano aseguró que “en esta oportunidad no está Chile, pero eso no significa que no vamos a trabajar para que estén o le encontremos algo de esta talla también”.

Unas tibias declaraciones que parecen anunciar una especie de ‘premio de consuelo’ para nuestro país y que desde ADN Deportes, revelaron de qué se trata.

“Aquel primer ofrecimiento sería que Chile sea la sede para los entrenamientos que desarrollen las selecciones que sean sorteadas para jugar con Argentina, Uruguay y Paraguay en la inauguración del Mundial 2030, todo sujeto a la aceptación de la ANFP. Sería uno de los primeros ofrecimientos para aplacar la molestia”, puntualiza el citado medio.