Desde el día 11 de septiembre del año 2012 que Gary Alexis Medel Soto no se iba expulsado jugando en un partido por la selección -esa vez fue ante Colombia-. El ‘Pitbull’ había logrado contener sus emociones, pero ayer en el Defensores del Chaco nuevamente se fue antes a las duchas tras una cartulina roja.

El ‘crack’ del Inter salió a los 92 minutos visiblemente molesto y con la mirada fija, como de pocos amigos, pero en su interior iba muy triste y dolido, pues al igual que el resto de sus compañeros Medel quiere ganarlo todo, para continuar llenando de orgullo y alegría al hincha nacional.

El panorama para el que ayer vistió la jineta de capitán (ante la ausencia de Claudio Bravo), se prevé complejo, pues la sanción podría ser considerable ante el insulto que Gary habría realizado a Pitana.

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De esta forma, pasar la pena para el jugador definitivamente no fue fácil, aunque hay un par de hinchas que desde siempre han estado dándole apoyo y respaldándolo en todo, esos que desde pequeño le han incentivado a ser el mejor y que el día de ayer también le hicieron el ‘aguante’, sus padres.

Mientras se esperaba el paso de los seleccionados en la zona mixta del recinto deportivo, para capturar algunas impresiones, Luis Medel y Marisol Soto sorprendieron yendo rumbo a camarines. Su hijo no salía a diferencia de muchos que ya habían hecho el recorrido con audífonos puestos y sin ganas de querer analizar nada, por lo que lo fueron a esperar.

Según detalló LUN, los padres esperaron al ‘regalón’ al lado de una mesa hasta que apareció el jugador, quien de inmediato se refugió en ambos con un marcado y tranquilizador abrazo. Luego de ello, Gary se sentó sobre la mesa con una cara ‘de tres metros’ revisando a cada instante su celular.

Los tres hablaron hasta que el defensor logró esbozar una sonrisa, aunque previo a ello no había caso en que mejorara su semblante, pero tras el cariño que le dio el matrimonio, el ‘Pitbull’ cedió. Unos minutos más tarde, tras ser avisado de que el bus estaba por partir, volvió a fruncir el ceño y caminó sin siquiera chistar.

No hablamos nada“, se excuso Marisol al citado medio, aunque después explicó “jajaja. No te puedo contar lo que hablamos“, finalizó al instante que abandonaba junto a su esposo el lugar.