Pelé dejó una huella imborrable en la ciudad de Talcahuano, la que desbordó en 1963 con la visita de su poderoso Santos de Brasil a Naval.
Pelé, ‘O Rei’ del fútbol, falleció este jueves a los 82 años en Sao Paulo, luego de perder una batalla contra un cáncer de colon que se le detectó en 2021.
Edson Arantes do Nascimento dejó una huella imborrable entre los fanáticos del balompié, que reconocen al astro brasileño como el mejor jugador -o uno de los mejores- en la historia de la disciplina.
Chile no quedó ajeno a la figura del nacido en Minas Gerais y, una ciudad que guarda un recuerdo imborrable de él, es Talcahuano.
Fue el domingo 10 de febrero de 1963 cuando el Santos de ‘O Rei’ llegó hasta la ciudad porteña en la región del Bío Bío para un amistoso con Naval, facilitado por un viaje del flamante campeón intercontinental a Santiago.
Con todas sus figuras a disposición, incluyendo a Pelé, el cuadro ‘Peixe’ revolucionó a la comuna ‘chorera’ que, varios días antes del encuentro en el estadio El Morro, se agolpó a las calles para agotar rápidamente las entradas.
Los 12.286 boletos se vendieron en cosa de horas, pero según recordó a BioBioChile Sergio Inostroza, exjugador de Naval, el día del partido hubo más de 20 mil espectadores en el recinto de avenida Blanco Encalada.
“En el estadio no cabía una aguja, cuando terminó el primer tiempo los equipos se quedaron en la cancha porque no podían ir a camarines. El cerro estaba completo, colmado de gente”, indicó el retirado futbolista.
Pelé importó más que el resultado
El 5-0 a favor del Santos fue un detalle poco relevante del partido, ya que todos querían ver en cancha a ‘O Rei’ y las figuras del ‘Peixe’ ante un Naval que, por entonces, aspiraba a grandes cosas.
Pelé se despachó dos goles en el encuentro, pero la mayoría recuerda detalles de su juego que no pasaron desapercibidos para quienes lo enfrentaron o lo vieron desde las tribunas.
Hasta tres defensas perseguían al astro brasileño, que ganaba los balones aéreos con más de un metro de ventaja y parecía un león enjaulado corriendo por el hace poco inaugurado césped de El Morro.
“Nos pasaron por encima, pero tuvieron mucho respeto por nosotros. Hicimos lo que estaba a nuestro alcance y ellos lo reconocieron”, detalló Sergio Inostroza.
No solo haber enfrentado a ‘O Rei’ es motivo de orgullo para los ‘choreros’, ya que el tricampeón del mundo se llevó el mejor recuerdo de la comuna puerto.
“Pelé dijo que la cancha de El Morro era la mejor cancha de pasto de toda Sudamérica en donde él había jugado. Le habían puesto pasto el año anterior solamente y se notaba”, contó Marcelo Saavedra a BioBioChile, quien heredó las memorias de su abuelo, el recordado delantero José ‘Lenguado’ Saavedra.
