Javier Castrilli, exárbitro argentino y hasta hace unos meses director de la Comisión Arbitral de la ANFP, no dejó títere con cabeza tras presentarse este martes en la Comisión de Deportes de la Cámara de Diputados.

El trasandino asistió para ser consultado por el escenario del fútbol nacional, específicamente por la labor de los jueces, y su diagnóstico fue lapidario.

“Cuando yo llego me encuentro con una verdadera asociación, un grupo de personas que a través del tiempo se enquistó en el poder arbitral y se manejaba practicando la cultura del nepotismo y de las relaciones clientelares a través de su cultura del amiguismo, el club de amigos”, partió acusando el ‘Juez de Hierro’.

“No solamente se beneficiaba a quienes ellos querían, sino también se perjudicaba, según el testimonio de muchos de los que fueron desplazados, injustamente a personas que tenían condiciones”, agregó Castrilli a su relato.

Luego, el retirado referí argentino detalló que “a las horas de haber asumido, y tal como lo había vaticinado, comenzaron los ataques. Y comenzaron los anónimos contra mi persona y contra mis colaboradores”.

“Cuando yo arribé, y esto es necesario que la gente lo sepa, las propias personas que me contrataron reconocieron que los árbitros hacían lo que querían, ¿escucharon bien? Es decir, los árbitros tenían una autonomía absolutamente imposible de digerir”, recalcó Javier Castrilli.

Luego, el ‘Juez de Hierro’ se explayó por el complot en su contra que surgió tras la polémica Liguilla entre Huachipato y Deportes Copiapó.

“A nosotros nos ejecutaron en la silla eléctrica para concluir en una investigación que éramos inocentes. Es decir, sin posibilidad alguna del beneficio de la duda, del principio de inocencia, fuimos condenados precisamente por el trabajo y el ardid que a lo largo de seis meses esta asociación fue desarrollando e implementando”, sostuvo el trasandino.

Para cerrar, Castrilli lanzó una reflexión: “Respecto de la corrupción, en todos los ámbitos de la actividad humana existen caminos recorridos equivocadamente por las personas y sus miserias”.