Fernández Vial, popular equipo de Concepción, se ha transformado en uno de los clubes que ha liderado la profesionalización del fútbol femenino fuera de Santiago.

El sábado 5 de febrero pasado, Arturo Fernández Vial realizó su tradicional ‘Tarde Aurinegra’ para dar a conocer a los rostros que representarán al Almirante en los torneos Masculino y Femenino del fútbol chileno.

La jornada estuvo animada por “JC” Rodríguez, quien desde los altos parlantes del Ester Roa Rebolledo de Concepción llamó a los jugadores y jugadoras del ‘aurinegro’, al mismo tiempo que cientos de hinchas aplaudían desde las tribunas.

Yo no estuve presente en la cancha este año, pero sí seguí toda la transmisión por Facebook Live. Y claro, no me perdería por nada del mundo esta tremenda actividad, la que que tuve el privilegio de dirigir en dos oportunidades.

Debo ser sincera con ustedes y reconocer que le tengo un enorme cariño a Arturo Fernández Vial y a toda su gente.

Y esto no solo se debe a las comentadas oportunidades laborales que me brindaron, sino que también porque sé desde primera fuente que en este club existe un compromiso real con el fútbol femenino. Lo cual para mí es de suma importancia.

Fernández Vial en su tarde aurinegra
Fernandez Vial Femenino

Y vaya que cuando digo real no solo lo digo por “lavado de imagen”, como algunos podrían pensar, sino más bien porque fui testigo de que en la interna ‘aurinegra’ se hace todo lo que esté al alcance para impulsar y profesionalizar a su equipo femenino.

Para algunos pueden cosas obvias o pequeñeces, pero lo cierto es que en el fútbol femenino de Chile nada sobra.

De hecho, por eso creo necesario destacar cuando se hay compromisos o se hacen actividades y cambios como los que Fernández Vial viene implementado desde hace varios años atrás, como la mañana aurinegra.

“Hay que prepararnos, tirar toda la carne a la parrilla y ponerle harto empeño, cariño y profesionalismo, Cami”, me dijo, muy serio, en 2018 Alfonso Bastías, por estos días encargado de Comunicaciones del ‘Almirante’.

El desafío no era menor. Cerca de 1000 personas llegaron hasta las gradas del estadio para seguir la presentación oficial del equipo que participó en el Campeonato Nacional de ese año.

Una vez finalizada la presentación, los abrazos no dudaron en llegar. Todo salió impecable y las deportistas tuvieron una actividad como “Dios manda”.

Todavía recuerdo la cara de la Maca Vergara llena de orgullo, segura y contenta por seguir vistiendo esa camiseta que defiende bajo los tres palos; pero además por lo que significaba ser presentadas así ante su gente. Ese día entendí que con compromiso y constancia todo se puede.

Y no fue todo. El martes 6 de febrero de 2019 se vivió un hecho inédito para el fútbol femenino del país. Santiago Morning se convirtió en el primer club de Chile en otorgar contratos profesionales a un grupo de jugadoras nacionales. Un año después, el ‘aurinegro’ se sumó.

En 2020 la directiva liderada por Ángelo Castiglione asumió el desafío de armar un proyecto para comenzar a profesionalizar al fútbol femenino, y se pudo concretar la firma de sus dos primeros contratos.

Las beneficiadas en ese entonces fueron Yarella Torres, que llegaba como refuerzo proveniente de Palestino, y Nicole Chávez, una histórica y reconocida jugadora de la casa.

El resultado fue tan bueno que al año siguiente se firmaron cinco contratos más, y en este 2022 el club señala con orgullo que ya tiene a 11 de sus jugadoras contratadas oficialmente.

Pero ¿qué ocurre con las restantes? Quienes están a la espera de regularizar su situación reciben un aporte económico, ya sea a través de boletas de honorarios o aporte directo, además de recibir pensión, alimentación y todo aquello que le permita desarrollar de buena forma el proceso deportivo.

Entonces, para Fernández Vial el fútbol femenino ha sido un eje importante. Más desde la llegada de la Sociedad Anónima e inversionistas. De hecho, el Vial comenzó este 2022 con importantes fichajes como Viviana Torres, Ignacia Bustos, Francesca Caniguan, Camille Iluffi y Constanza Revecco, cinco jugadoras que hasta el año pasado militaban en las filas de Universidad de Concepción.

A ellas también se sumaron Javiera Salvo, que llegó tras un breve paso por Lanús de Argentina, y María Paz Bogado, preveniente desde Deportivo Capiatá de Paraguay.

Sin restarle méritos a Salvo y Bogado, no podemos negar que la llegada de las ex jugadoras del Campanil no dejó indiferente a nadie. En redes sociales, al menos, se dejaron leer todo tipo de comentarios.

Por un lado estaban los que no quedaron contentos con el anuncio y no dudaron en tildar de “traición” la llegada de las reconocidas jugadoras a las filas del elenco “archirrival”.

En la vereda del frente, en cambio, estaban las y los hinchas de verdad. Esos que siguen a las jugadoras por lo que son, por sus méritos, por su talento. Esos que se alegran por cada avance deportivos de las deportistas, ya que conocen cuál es su realidad en este país.

Para mí, y quizás para otros tantos que piensan como yo, el escenario está más claro que el agua. Fernández Vial le presentó condiciones dignas y profesionales a las jugadoras, y habría que estar en la estratósfera para no aceptarlas si son en pos de su beneficio personal y deportivo.

Dicho esto, y dejando de lado el romanticismo anacrónico de algunos hinchas del balompié, creo que donde hay que poner el foco es en lo que los clubes chilenos NO les están ofreciendo a sus jugadoras, quienes en más de una instancia se han visto obligadas a seguir buscando mejoras para su vida.

Por último, vale recordar que al día de hoy existe un proyecto de ley que busca la profesionalización del fútbol femenino y que fue aprobado por la Comisión de Deportes de la Cámara de Diputados.

Lo anterior significa que ahora la discusión pasará a la Cámara de Diputados, donde los legisladores de serán los encargados de aprobar la ley que exige la celebración de un contrato entre los equipos y las futbolistas que participen en el Campeonato Nacional Femenino.

Para esto último todavía queda un trecho por caminar. No sé si será largo o corto. Eso dependerá de la celeridad y constancia con que trabajen nuestros honorables.

Sin embargo, de lo que sí estoy segura, es que con compromiso, respeto y constancia, sí se pueden hacer cambios que vayan en pos de la anhelada profesionalización del rubro en nuestro país.

Y para quienes digan que no, que no se puede, les dejo esta columna de opinión que tiene como ejemplo a Arturo Fernández Vial.