Pese a que la mayoría de los futbolistas se han mostrado a favor de las manifestaciones que se vienen desarrollando en el país, la paralización de la competencia nacional está trayendo consecuencias negativas para algunos equipos.

La situación más compleja la están viviendo los equipos de la Segunda División Profesional. Toda esta problemática se ve reflejada en Independiente de Cauquenes, que a través de un comunicado informó que ‘estamos quebrados económicamente’ y que ‘tramitaremos nuestro retiro del campeonato actual’.

Entre las principales razones para tomar esta decisión apuntaron hacia dos responsables: la ANFP y el Sifup. “La ANFP nos utiliza para cumplir con la cantidad mínima de clubes para estar asociados, pero al momento de dar beneficios no existimos”, indicaron.

Además, acusaron que la división carece de ayuda económica por parte del organismo pese a que deben cumplir con las mismas obligaciones que los equipos de primera A y B (licencia de clubes y Estadio Seguro entre otras cosas).

Los dardos también apuntaron hacia el Sifup, de quienes señalaron que ‘está claro que no conocen la realidad de sus asociados en esta división, los jugadores no ganan los sueldos millonarios que ganan en primera A y B”.

“El no permitir que esta división juegue sus partidos es un error tremendo que ha perjudicado las arcas de los clubes, ya que el poco dinero que se genera lo hacen los jugadores jugando y los auspiciadores mostrando sus marcas semana a semana”, agregaron.

El cuadro de la séptima región anunció que finiquitara a todos sus trabajadores de forma adecuada y lanzaron un mensaje a la FIFA para que ‘ponga ojo a la discriminación que sufren los clubes de la Segunda División Profesional’.