No han sido días tranquilos para Jorge Valdivia. El volante de Colo Colo hacía su estreno este semestre el pasado domingo frente a O’Higgins de Rancagua. Amargo redebut, ya que el ‘Cacique’ perdió por 1-0 con solitario tanto de Paulo Magalhaes. La nota negra de la jornada la puso el ‘Mago’ que se hizo expulsar a los 88 minutos de juego, luego de insultar fuertemente al árbitro Ángelo Hermosilla.
Tras el cotejo, el mediocampista recibió una dura sanción del Tribunal de Disciplina: 4 partidos fuera de las canchas. Con esto el mundialista con La Roja volvería recién el 29 de septiembre, ante Audax Italiano. Claro que aún queda la opción de apelar para el cuadro de Macul, pero el panorama no es alentador. Un nuevo tropiezo del exPalmeiras, pero que no es nuevo para él.
Y claro, las expulsiones no son algo extraño en Valdivia, ni mucho menos desconocidas. Las tarjetas rojas han sido permanentes protagonistas en su carrera y aunque el ‘10’ ha destacado por su talento, los reclamos y jugadas al límite también han sido parte de sus más recordados momentos.
Pero el exseleccionado nacional también ha vivido en una expulsión la otra cara, o en este caso la pierna. Y es que la personalidad provocadora y su hábil juego con el balón, han sido desde sus inicios en el profesionalismo un objetivo más que deseable para los defensores rivales.
La tarde de un patadón que pasó a la historia
Corría el año 2005 cuando se jugaba el Torneo de Clausura del futbol nacional. Colo Colo se enfrentaba a Cobreloa de visita, correspondiente a la 17° fecha del campeonato. En ese período el cuadro de Ricardo Dabrowski buscaba asegurar un cupo a play-off, modalidad del torneo en esa época.
Era un duelo especial. La rivalidad entre albos y naranjas hacía de este partido un atractivo espectáculo para los seguidores del balompié nacional. Ese 3 de noviembre el extinto Municipal de Calama estaba lleno de hinchas. Una ciudad que se ha caracterizado por ser de los pocos en que el ‘popular’ es realmente visita.
Con ese clima, el cuadro colocolino se las arreglaba para vencer por 1-0 a los locales con el gol de Leandro (80’). Durante el partido Valdivia manejaba los hilos del ‘Cacique’. Todo bien, se llevaban el triunfo sin mayores inconvenientes, o eso pensaban.
Los visitantes jugaban en corto un córner para cuidar el resultado. El ‘Mago’ era el encargado de proteger el balón, pero como si fuese un jugador de fútbol americano yendo a patear un tiro libre, el loíno Jonathan Cisternas corrió al rincón del banderín y con una patada fulminante dejó en el suelo a Jorge.
El juez del cotejo, Rubén Selman, el mismo que sumó más de una polémica con el ‘10’ albo, ni siquiera dudó en mostrarle la cartulina roja a Cisternas. El volante de Colo Colo no pudo levantarse tras el golpe y tuvo que ser asistido por el cuerpo médico.
Pero esa jugada sería la última del partido. El público empezó a lanzar objetos al campo de juego, los suficientes para que Selman determinara suspender lo que quedaba: “Después de la última falta cayó tierra, piedras en el interior de bolsas plásticas, y así no se podía continuar. Por el espectáculo es lamentable, pero más vale la seguridad de los jugadores y todos los que estaban en la cancha”, afirmó el réferi, como consignó Emol.
Meses después, el gestor de tan temeraria acción le bajaría el perfil: “Son cosas que se sufren en la cancha, uno se deja llevar por la adrenalina”, aseguró a El Mercurio de Antofagasta.
En 2018 ambos protagonistas del incidente se volverían a encontrar, pero en el mismo equipo. Jonathan Cisternas se unió al cuerpo técnico de Pablo Guede, que en ese entonces dirigía a Colo Colo con el ‘Mago’ Valdivia como uno de sus referentes en el plantel. Lejos de ser incomoda la situación, le hicieron una bienvenida al exfutbolista recordando su patada a Jorge en Calama.
El momento sacó risas entre los jugadores albos, aunque cuando ocurrió el hecho no fue gracioso para los involucrados.
No sería una de los últimos altercados en las que se vería involucrado Jorge Valdivia en su carrera futbolística, pero sin dudas es recordada como una de las más espectaculares del fútbol chileno y donde la indignación del protagonista podía tener justificación.
