“Desde pequeña siempre me llamó la atención el fútbol, ya que mi papá jugaba y me gustaba andar de un lado”.

Catalina Parra es una jugadora perteneciente a Palestino que disputó la final del fútbol femenino ante Santiago Morning, definición que se llevó el conjunto microbusero por 3-2.

Días después de la final, una imagen de ella se hizo viral a través de las redes sociales. En la foto, aparecía ella trabajando como guardia de seguridad del Estadio Nacional a horas de disputar el duelo por el título.

Esa publicación llamó profundamente la atención de todos, pues consideraron ilógico que una deportista estuviese trabajando el mismo día de una final, y a horas de disputarse.

Sin embargo, esa situación significa solo un pelo de la cola para Catalina, que pese a las dificultades continúa firme por cumplir sus sueños.

A continuación, su conversación con BioBioChile.

¿Cómo llegaste a Palestino?

El entrenador de Palestino me vio jugar una vez en el nacional en Villarrica (soy de allá) y me dio la posibilidad de irme al club, sin embargo, por temas personales no pude irme.

Pero este año me vine a Santiago y conversé con él. No hubo ningún problema y me quedé en el club.

¿Cómo lo haces para vivir en la capital?

Arrendé durante un tiempo, pero ahora vivo con mi pareja. Actualmente me encuentro trabajando de guardia en el Estadio Nacional.

¿Ha sido difícil poder coincidir tu trabajo con el fútbol?

Al principio me costó encontrar trabajo ya que no me coincidían los horarios, de echo perdí un empleo porque un fin de semana tuve que ir a jugar.

Luego, un amigo me ayudó a entrar a trabajar al estadio, hablé con mi jefe y me dio la posibilidad de trabajar de lunes a viernes de 08:00 horas a 18:00 horas.

Además, tengo la posibilidad de retirarme a las 17:30 horas cuando tengo que entrenar a las 18:00 horas.

Ese día de la final te tocó trabajar. El partido se jugaba a las 19:00 horas en el Nacional y tú te desempeñas en tus labores hasta las 18:00 horas. Los usuarios en redes sociales criticaron el hecho de que una futbolista tenga que vivir esa realidad.

Así es la realidad de la mayoría de las jugadoras de fútbol femenino, trabajar, estudiar y también tener que rendir en la cancha.

Ese día salía a las 18:00 horas del trabajo pero mi jefe me dio permiso para retirarme a las 17:00 horas, ya que ahí iniciaba la citación.

¿Qué habría pasado si tu jefe no te hubiese dado permiso para irte antes a concentrar?

La verdad me hubiese arriesgado y renunciado a mi trabajo ya que una final de fútbol profesional no se juega todos los días y, a pesar de que no es pagado, es importante tanto para mí como para muchas mujeres que juegan fútbol. Es un sueño para muchas.

Si Chile no hubiese clasificado al Mundial de Francia 2019, en general, seguirían sin tomarnos en cuenta.

¿Uno de tus sueños es jugar por La Roja?

Estuve en la preselección de la sub17 el 2015. Y la verdad uno de mis sueños sería llegar a la selección o dedicarme al fútbol pero eso lo veo más lejano ya que no es pagado, pero el sueño por el que estoy luchando en estos momentos es ser militar.

Por eso me estoy borrando los tatuajes para ya el próximo año si debo priorizar el trabajo, lo haré.

¿Tú plazo es de un año?

Mi prioridad el año que viene es postular a la escuela militar y dedicarme a trabajar, ya que el borrado de tatuajes requiere gastos y también la postulación. Y en caso de que esa oportunidad no se diera, estudiaría y retomaría el fútbol.

¿Cómo es tu rutina?

Comienza a las 06:00 de la mañana, a las 07:00 estoy tomando locomoción para ir al trabajo. A las 18:00 termino mi jornada laboral y voy a entrenar. Estoy llegando a mi casa a las 22:00 horas.

En el club me apoyan. Si falto un día a entrenar no dicen nada porque obviamente saben el sacrificio de cada una, aparte que no pagan acá.