No salió humo blanco. La reunión entre la dirigencia de Colo Colo y los referentes del plantel para acordar un recorte de sueldos, no tuvo resultados positivos.

Según indicaron desde El Mercurio, en la cita virtual estuvieron Esteban Paredes, Julio Barroso y Matías Zaldivia, mientras que por parte de Blanco y Negro lideró la cumbre el vicepresidente Harold Mayne-Nicholls.

Desde la dirigencia le comunicaron al plantel que los problemas económicos derivan no solo del COVID-19, sino que también del balance de 2019 que arrojó pérdidas millonarias para el club.

“Es el momento de apoyar y sumar. Dentro del contexto que se está viviendo, creemos que nuestra propuesta es responsable. Tenemos 164 trabajadores y solo 29 serían afectados por el tema de los sueldos”, recalcaron desde la dirigencia, complementando que la idea es no despedir a nadie.

Hasta ahí era todo acuerdo, pero llegó el momento de hablar del sueldo de los jugadores. Blanco y Negro propuso una rebaja escalonada en lo salarios (35% y 40% a quienes ganen por sobre los $20 millones y 25% y 35% y a quienes reciban desde $3 millones hasta el límite indicado antes).

La concesionaria agregó que la reducción partirá el 30 de abril y será hasta fines de diciembre, es decir, incluso cuando el fútbol vuelva a disputarse. “Esto fue pensado a largo plazo, es la única manera para que la fórmula funcione y se puede hacer caja”, justificaron desde la dirigencia.

Pero ese no fue el detalle que más rechazo generó en los jugadores, sino que el punto de que no todo el dinero les será devuelto. Se les pagará en cuotas iguales desde enero de 2021 hasta septiembre, pero esos pagos ‘retornables’ solo contemplan la mitad de lo que no recibirán durante 2020.

“Queremos ayudar al club, pero no nos parece que después no devuelvan toda la plata. Seguiremos conversando, porque entendemos el momento, aunque se están aprovechando”, indicaron desde el plantel al citado medio.

Las negociaciones entre ambas partes continuarán, mientras en Blanco y Negro ya dieron pie atrás en su idea de no recibir dinero del préstamo de la ANFP (como habían escogido en un principio) y optaron por aceptar el monto cedido desde el ente rector.