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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

La muerte del papa Francisco conmocionó al mundo, revelando su pasión por el fútbol. Juan Pablo II, también futbolero, tuvo un momento trágico en 2005 cuando un locutor anunció erróneamente su fallecimiento durante un partido en Polonia, provocando conmoción y lágrimas en las tribunas. A pesar de la equivocación, Juan Pablo II murió poco después, convirtiendo el incidente en una impactante premonición.

La muerte del papa Francisco remeció al mundo durante la semana y el deporte no estuvo ajeno al hecho, ya que el fanatismo por el deporte de Jorge Bergoglio -y especialmente el fútbol- era una característica reconocida del fallecido sumo pontífice.

Pero el trasandino no ha sido el único futbolero que ha liderado a la Iglesia Católica en los últimos años, ya que Juan Pablo II era fanático del MKS Cracovia y hasta jugó en las inferiores del cuadro polaco.

Pero la devoción por Karol Wojtyla en Polonia generó, cuando él aun seguía vivo, una impactante -y a la vez ridícula imagen- que reflotó con el fallecimiento de Francisco: el día que lo dieron por muerto.

“Juan Pablo II ha muerto”

A comienzos de abril de 2005 la salud del papa alarmaba a la Iglesia Católica. Días antes, el polaco había sido sometido a una traqueotomía y su muerte parecía inminente.

Por lo anterior, en su país estaban atentos a cualquier novedad que pudiese llegar desde el Vaticano respecto al estado del primer sumo pontífice no italiano desde 1523.

Pero la vida y el deporte no debían detenerse, así que en un ambiente enrarecido se enfrentaron el Lech Poznan y el Pogon Szczecin por la liga de Polonia el 1 de abril. El partido solo duró 38 minutos.

De acuerdo a Glos Wielkopolski, el locutor del estadio del Pogon escuchó a través de una señal radial que Juan Pablo II había muerto y no dudó en masificar la información.

“Lo de la muerte del Papa me llegó a través de un delegado, que supuestamente tenía la información de Radio Vaticano”, dijo Grzegorz Surdyk al citado medio.

Todo era mentira. Karol Wojtyla seguía vivo. Pero la conmoción y la tristeza ya se habían desatado en el estadio.

Así, pocos minutos después de que Surdyk comentara lo supuestamente informado desde el Vaticano, y que los susurros abundaran en las tribunas, un hincha saltó a la cancha y se dirigió al árbitro del partido.

“¡Paren el partido!”, gritaba el hombre. “¡El Papa ha muerto”, comentaba también.

El juez y los jugadores no sabían qué hacer. Se reunieron en el centro de la cancha e improvisaron un círculo, mientras en las galerías el público entonaba el himno nacional con lágrimas en los ojos y otros encendían bengalas.

“En esos tiempos era imposible chequear la información con un teléfono móvil o algo así. Después de hablar con los capitanes del Lech y del Pogoń, el delegado comunicó que el partido sería interrumpido”, comentó Grzegorz Surdyk.

“Además, los jugadores y la afición no querían jugar. El ambiente era pesado, por no decir muy deprimente”, agregó el locutor del estadio.

¿Fake news o premonición?

Finalmente, un delegado de la Asociación Polaca de Fútbol decidió suspender el partido: iban 38 minutos y el Pogon ganaba 1-0.

Según recuerda la UEFA, el tragicómico hecho ocurrió por “la información errónea de un canal de televisión”, pero la estremecedora imagen de 15.000 aficionados lamentándose y los dos planteles rezando en el centro del campo se convirtió en una escena inolvidable.

“Al día siguiente, el MKS Cracovia SSA -el club al que apoyó el Papa durante sus 84 años- canceló su encuentro. Más allá del eventual fallecimiento de Juan Pablo II, en Cracovia y toda Polonia ya se percibía el luto”, remarcó el ente rector del fútbol europeo.

Pero lo concreto es que lo anunciado erróneamente por Grzegorz Surdyk y que interrumpió el partido del Lech y el Pogon, no estuvo tan lejos de ser una fake news. Algunos, incluso, dirán que fue una premonición.

Karol Wojtyla murió el 2 de abril, pocas horas después de que el partido por la liga polaca fuera suspendido por su supuesto fallecimiento.

“Esta fue una situación excepcional y es poco probable que vuelva a ocurrir. Nunca he vivido un partido tan deprimente en mi vida”, cerró Surdyk, locutor del Lech que aun recuerda cómo los aficionados de su equipo se pararon de sus lugares y abandonaron el estadio en silencio.