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El brillante volante croata Luka Modric, figura destacada del Real Madrid, ha conquistado múltiples títulos y reconocimientos a lo largo de su exitosa carrera futbolística, incluido un Balón de Oro en 2018. Sin embargo, su vida estuvo marcada por la tragedia desde temprana edad, cuando tuvo que huir de la Guerra de los Balcanes en 1991. En medio del caos, su abuelo fue asesinado, dejando una profunda huella en Modric. A pesar de las adversidades, el talentoso jugador encontró refugio en el fútbol, iniciando su camino hacia la estelaridad en el Dinamo de Zagreb y posteriormente en el Real Madrid. Con una trayectoria impecable, Modric se ha consagrado como uno de los mejores futbolistas croatas de la historia, superando obstáculos y alcanzando el éxito a nivel nacional e internacional.

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Uno de los jugadores que más ha sobresalido jugando para el Real Madrid en la actualidad es sin dudas Luka Modric, inteligente y brillante volante croata que también ha luchado con su selección para llevarla a lo más alto del fútbol mundial.

No obstante, la vida del excelso volante de 39 años no siempre ha sido de alegrías, a pesar de haber conquistado 6 Champions League, 27 títulos con la camiseta del elenco ‘Merengue’ y un balón de oro en 2018.

Resulta que los problemas azotaron desde muy pequeño, ya que junto a parte de su familia debieron ‘arrancar’ de la Guerra de los Balcanes que se desató en 1991.

Luka Modric el 9 de septiembre de 1985, pero a la edad de 6 años, en 1991, mientras otros niños empezaban a jugar con el balón y ganar un afán hacia el deporte, él lidiaba entre balas, bombas y tanques.

El caos en su vida comenzó ese años, ya que la familia Modric vivía en Zaton Obrovacki, una pequeña aldea situada a unos 40 kilómetros de Zadar, cuando de pronto vivieron el horror de la guerra en primera persona.

La muerte que marcó su vida

En diciembre de 1991, Luka, el abuelo del futbolista y de quien heredó su nombre, fue interceptado cuando regresaba a su casa con su rebaño de cabras y fue asesinado. Su cuerpo sin vida fue encontrado por el padre del futbolista.

Este episodio marcó la vida de Modric, algo que hasta el día de hoy viene a su memoria, ya que en una entrevista con El Partidazo de la Cadena COPE.

En sus palabras, Luka detalló que “yo tenía una relación increíble con mi abuelo, porque mis padres trabajaban y pasaba mucho tiempo con él. Fue muy triste lo que le pasó, y me marcó porque era muy joven y él era una persona muy importante”.

“Me afectó mucho. Era pequeño y aún no era consciente de por qué pasan algunas cosas. Tengo cosas grabadas, cómo le fueron a buscar. Él iba con sus animales y siempre volvía a la misma hora, pero ese día no apareció. Fueron a buscarle, pero yo sabía que no lo iban a encontrar”, detalló.

El fútbol llegó tras huir de la guerra

Tras el complicado momento de su vida, la familia de Modric armó sus maletas y tomó la decisión de emprender rumbo, huir de la guerra y evitar todo conflicto. Fue así que huyeron durante una noche y llegaron hasta la ‘oculta’ ciudad de Zadar, donde fueron albergados junto a otro grupo de refugiados en el hotel Kolovare.

Viviendo por mucho tiempo en el estacionamiento de la edificación, Luka Modric comenzó a jugar fútbol contra otros niños que se encontraban junto a su familia en la misma condición del ahora crack, huyendo de la guerra.

Así lo recordó en la misma entrevista citada anteriormente en donde aseguró que “cuando pasó esto nos fuimos a Zadar, allí nos meten en un hotel con otros refugiados. Yo tenía seis años y vivía con mis padres y una hermana pequeña. Los cuatro vivíamos en 20 metros cuadrados”.

“No puedo decir que mi infancia no fuera feliz, era dura, pero recuerdo la alegría. Había muchos niños y en frente del hotel jugábamos al fútbol y podíamos no pensar en lo que pasaba alrededor”, deslizó.

No obstante y a pesar de que por momentos de olvidó de los problemas externos siendo un menor, la familia de Luka de vio obligada a salir del hotel Kolovare y fue realojada en el hotel IZ y en un intento de hacer la vida normal, su padre lo llevó a probar con NK Zadar, donde daría los primeros pasos de su carrera deportiva.

Fue en ese momento donde dio una prueba para quedar en Hajduk Split, equipo más grande de Dalmacia, pero todo estuvo en su contra. Fue rechazado tajadamente por el elenco debido a su baja estatura y su cuerpo débil, en comparación a los demás niños de su edad.

Sin embargo y a pesar de que se le cerró una puerta, se le abrió otra, ya que Tomislav Basic, director del NK Zadar y una figura fundamental para la carrera de Modric, le recomendó al Dinamo de Zagreb, uno de los dos grandes de Croacia.

En un inicio, las cosas no fueron tranquilas para Luka, ya que le costó establecerse y hacer un nombre en el Dinamo, por lo que se vio obligado a emigrar por un tiempo al Zrinjski Mostar bosnio, donde debutó como profesional.

El momento de convertirse en una estrella

Posteriormente, volvió a ir como préstamo al Inter Zapresic, ya en la liga croata. Su manera de jugar prometía por lo que con 18 años se convirtió en jugador del primer equipo del Dinamo y llegó a ser pieza importante en el título de liga que consiguieron los de la capital en la temporada 2005 y 2006.

Este fue el comienzo de un legado que hasta el día de hoy no cesa, ya que su carrera futbolística no hizo más que subir desde el año 2006.

De hecho, formó parte del combinado croata que disputó el Mundial de Alemania 2006. Inició su carrera brillante con la selección de fútbol de Croacia donde lograron un subcampeonato en el Mundial de Rusia 2018.

Luego de estar tres temporadas en Dinamo de Zagreb, Tottenham fijó la mirada en el croata y lo adquirió por casi 20 millones de euros. Fue ahí donde brilló con luz propia con sus pases, amagues y genialidades hasta que Real Madrid fijó la mira en él.

Fue en agosto del 2012 que Real Madrid lo compró y lo presentó al mundo como su nueva adquisición, luego de pagar cerca de 42 millones de la divisa europea por su carta.

Luka Modric desde el 2012 es uno de los jugadores clave y estrella para el Real Madrid y ha sido ha sido parte integral del éxito que ha tenido el club tanto en competiciones nacionales como internacionales.

Se ha hecho con los títulos de Champions junto al Real Madrid en las temporadas 2013-2014, 2015-2016, 2016-2017, 2017-2018, 2021-2022 y la última en el 2023-2024.

Además, en el año 2018 se consagró como el mejor jugador del mundo al obtener el balón de oro tras un brillante mundial con la selección de Croacia, equipo que alcanzó el subcampeonato del mundo tras perder en la final ante una joven Francia.

Una historia en donde el protagonista le ganó a la adversidad y logró escribir uno de los mejores capítulos para un jugador croata en la historia del fútbol mundial.

Ahora, a sus 39 años, sigue siendo un jugador rutilante en una escuadra plagada de jovenes estrellas como Jude Bellingham, Kylian Mbappé, Vinícius Jr, Federico Valverde, Rodrygo, Endrick, entre otros.

Revisa el documental que narra y explica la vida de Luka Modric desde sus inicios en la guerra hasta su figura como excelso jugador