Un nuevo acto de racismo se vivió desafortunadamente en una cancha de fútbol y el escenario fue la Serie A en Italia, en un duelo válido por la fecha N°21 de la competición en la bota europea.
El francés Mike Maignan, portero del Milan, se marchó a los vestuarios a la media hora de encuentro ante el Udinese por los insultos racistas procedentes desde la afición local en el estadio Bluenergy.
Afortunadamente el golero volvió cuatro minutos después con sus compañeros para reanudar el encuentro de la Serie A.
El meta avisó al colegiado durante la primera hora en varias ocasiones de que estaba recibiendo dichos insultos hasta que se hartó de la situación.
Maignan se marchó al vestuario y el resto de sus compañeros le siguió.
Cuatro minutos después, en el 38 de la primera mitad, con 0-1 en el marcador en favor de los ‘rossoneri’ y algunos de los jugadores del Udinese pidiendo explicaciones a su propia afición, Maignan y el resto de jugadores del Milan volvieron al campo y el colegiado reanudó el encuentro.
El árbitro avisó de que, en caso de nuevos insultos racistas, el partido sería suspendido definitivamente.
A los pocos segundos de la reanudación, el Udinese empató el duelo y por ahora, se mantiene en igualdad finalizado el minuto 70′ del compromiso.