La octava fecha de la Liga Nacional del Fútbol de Honduras fue noticia, aunque no por una brillante jugada o una goleada histórica, sino que por la brutal patada que pegó André Orellana en la victoria 1-0 de Olimpia sobre Marathón en el clásico hondureño.
Cuando el partido encaminaba su recta final, a los 43 minutos del segundo tiempo, Orellana no sólo lesionó a uno, sino a dos jugadores de Olimpia, firmando una inédita infracción que claramente se tradujo en la roja directa.
Las víctimas de Orellana fueron Germán Mejía y Carlos Pineda, que curiosamente son sus excompañeros, ya que el autor de la infracción juega para Marathón, pero está a préstamo de Olimpia.
Si bien aún no trascendió la sanción que se le impondrá al infractor por la dura patada contra Mejía y Pineda, puertas adentro saben que se tratará de un duro castigo para el defensor de 21 años.
Pese a esto, Orellana mostró su arrepentimiento por semejante entrada tras el pitazo final y salió a pedirle disculpas a sus rivales y a Pedro Troglio, entrenador de Olimpia que lo defendió tras lo sucedido.
“Creo que fue una jugada donde me ganó el impulso y el coraje por el partido, no es correcto para nada. Ya hablé con el profe Troglio y con Mejía que es un papá para mí”, aseguró.
En esa misma línea, añadió: “Mejía me dijo que no pasaba nada, que él me quiere y que era parte del juego, que no pierda mi ADN y que siga trabajando, que tengo mucho para seguir creciendo. Y hablé con el profe también. Y bueno solo pedir disculpas a ambas instituciones, tanto al Marathón como Olimpia”.
Por último, Orellana confesó el diálogo que mantuvo con Troglio. “El profe me dijo que estuviera tranquilo, que él me aprecia y que son experiencias para mejorar”.