El arquero del Wisla polaco, Kewin Komar, fingió una agresión en masa de ultras para ocultar que se rompió el brazo pegándole al ex de su pareja.

Kewin Komar, arquero del Wisla Cracovia de Polonia, ha sido noticia en el país europeo luego de que denunciara la agresión de los hinchas de su propio equipo.

De acuerdo al testimonio del guardametas, durante una fiesta se topó con un grupo de ultras que no le perdonan haber impedido el ascenso del club a la Primera División del balompié polaco.

Y es que en junio, cuando Komar era portero del Puszcza, fue clave en la llave de Playoffs que acabó con el Wisla sin opciones de ascender a la elite del fútbol de su país.

Según Sport, la agresión al arquero acabó con él con su brazo derecho roto y amenazado con machetes de por medio. La lesión le impedirá jugar hasta 2024.

“Condenamos absolutamente las acciones que ponen en riesgo la salud y la vida de las personas: no tienen cabida en la comunidad de nuestro club ni en el fútbol. El Club Wisla ha iniciado una colaboración con los servicios pertinentes para aclarar el asunto de inmediato”, lamentó el actual equipo de Kewin Komar, cuadrándose con su arquero.

Sin embargo, luego de que el arquero denunciara los hechos a la Policía, la investigación de las autoridades le dio un vuelco total al relato del jugador.

Y es que la hipótesis que ahora cobra fuerza, es que Komar y su pareja se encontraron con la expareja de la mujer y, luego de un áspero intercambio de palabras, los hombres acabaron a los golpes.

“Tras una disputa, el guardametas se rompió la mano al pegar al amigo que acompañaba al ex. Ambos acabaron en el hospital, aunque la policía ya tiene controladas las imágenes del suceso”, indicaron desde Sport.

“El portero se habría inventado supuestamente la historia para evitar sanciones de su equipo, que compró la historia y le defendió hasta el último momento”, añadieron, recalcando que le espera una severa sanción al arquero.