Desde Iker Casillas a Luis Enrique; las reacciones del mundo del fútbol español sobre la polémica no renuncia del presidente de la federación.

El delantero del Real Betis de Manuel Pellegrini, Borja Iglesias, anunció este viernes en sus redes sociales que ha tomado la decisión de no volver a vestir la camiseta de España después de conocer que el presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, no presentara su dimisión del cargo tras la polémica suscitada por el beso que le dio a la futbolista Jenni Hermoso.

“Vestir la camiseta de la Selección Española es de lo más grande que me ha pasado en mi carrera. No sé si en algún momento volveré a ser una opción, pero he tomado la decisión de no volver hasta que las cosas cambien y este tipo de actos no queden impunes”, remarcó el jugador gallego en su cuenta de Twitter.

En la misma línea, el atacante ha rematado su hilo con un llamado “por un fútbol más justo, humano y decente”, sumándose a su reflexión quien es su compañero de equipo, Héctor Bellerín, quien tildó de “vulgaridad”, “vergüenza”, “abuso” y “narcisista” la actitud de Rubiales.

“Es de auténtica vergüenza lo que está pasando. Representar a nuestro país con esa vulgaridad, tergiversar a la víctima y encima tener el coraje de culpabilizarla a ella, pasando a victimizarse por haber cometido un abuso. El fútbol es una herramienta social para avanzar y progresar, el machismo no debería tener sitio dentro de este sistema. El narcisista nunca cree haber cometido un error, es capaz de mentir y manipular la verdad”, profundizó el lateral.

Por su parte, Iker Casillas, excapitán de la Selección Española campeona del mundo y de Europa, aseguró sentir “vergüenza ajena” tras ver las explicaciones de Rubiales en la Asamblea de la RFEF y su cambio de postura al no renunciar.

“Tendríamos que estar estos cinco días hablando de nuestras chicas. ¡De la alegría que nos dieron a todos! De presumir de un título que no teníamos en el fútbol femenino, pero… Vergüenza ajena”, publicó el exguardameta en sus redes.

En contraparte, el exentrenador de ‘La Furia Roja’, Luis Enrique, evitó lanzarle dardos a Rubiales y, a diferencia de la mayoría de las personalidades del fútbol español, centró sus declaraciones en los logros del presidente de la federación.

“Si tengo que hablar basado en mi experiencia, en lo que he vivido, porque he estado muchos años en la federación, creo que la labor de Rubiales a lo largo de estos años ha sido excepcional. Ahí están los números que lo avalan, las asambleas, las ayudas al fútbol modesto, diría una labor sobresaliente”, señaló el DT en rueda de prensa.

Tras el sinfín de reacciones negativas y la controversia generada en el fútbol español, el propio gobierno de este país se pronunció al respecto, tomando serias cartas en el asunto.

La vicepresidenta tercera del gobierno español, Teresa Ribera, en declaraciones a los medios de comunicación, calificó de “bravucona” la intervención de Rubiales ante la federación en una reunión extraordinaria este viernes en la que afirmó que no dimitirá y que hará todo lo posible para que no continúe ocupando su cargo.

“Vamos a activar todo lo que esté en nuestra mano”, pues ha suscitado una enorme alarma e indignación en la sociedad española y yo diría, en general, en los países occidentales”, subrayó Ribera.

Otros miembros del ejecutivo en funciones, como la vicepresidenta primera, Yolanda Díaz, coincidieron en redes sociales en que son necesarias “medidas urgentes”, pues tras su discurso “inaceptable” tiene que “dimitir ya y ahorrarnos el bochorno”.