Después de días de presión y masivas manifestaciones en su contra, la salida de Rubiales de su cargo como máxima autoridad del fútbol español está cerca de hacerse efectiva.

El presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, dimitirá mañana viernes después de días de presiones por el beso forzado que dio en la boca a una jugadora tras la consagración de la selección española en la final del Mundial Femenino.

Recordar que el pasado domingo 20 de agosto, las y los espectadores de la cita todo el mundo pudieron ver cómo el presidente de la RFEF agarraba con las dos manos la cabeza de la futbolista Jenni Hermoso, la atraía hacia sí y la besaba en la boca durante la entrega del trofeo.

Desde el mismo momento comenzaron las censuras de este gesto como una agresión machista e incluso llegaron tres denuncias ante la Fiscalía española.

La presión política, social y del mundo del deporte se fue extendiendo hasta forzar la dimisión de Rubiales, anunciada hoy por fuentes federativas y que hará efectiva mañana.

Desde el Gobierno español, partidos políticos y diversas asociaciones, pasando por la FIFA y hasta Amnistía Internacional.

En un comunicado publicado este jueves, Amnistía Internacional subrayó que el comportamiento de Rubiales es “una forma de violencia sexual” que “no puede justificarse de ninguna manera”.

Y la FIFA decidió hoy abrirle un procedimiento disciplinario, al considerar que su comportamiento, tanto el beso como otros gestos obscenos que hizo en el palco de autoridades durante el partido, “podrían resultar constitutivos de violaciones” de varios artículos del Código Disciplinario de esta organización.

El propio Gobierno español prometió “actuar” sobre la situación del presidente de la Federación Española de Fútbol, después de que Hermoso exigiera el jueves, a través del sindicato FUTPRO, la adopción de “medidas ejemplares” contra Rubiales.

“Es necesario continuar avanzando en la lucha por la igualdad”, se afirmó en un comunicado en el que la futbolista rompió su silencio de varios días y precipitó la cascada de condenas al más alto nivel.

El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, consideró hoy “esencial que seamos conscientes del cambio de la sociedad española en estos últimos años. A la sociedad española ya le parece intolerable que haya comportamientos machistas, que se bese a una mujer sin su consentimiento”.

El hasta ahora presidente de la RFEF, que accedió al cargo en 2018, inicialmente menospreció las denuncias y restó importancia a su actuación, aunque finalmente tuvo que pedir disculpas pero se negaba a dimitir, algo que finalmente hará mañana.

El escándalo, lamentablemente, ha opacado la celebración de la Copa Mundial para la selección española, algo inédito hasta ahora, teniendo en cuenta que el fútbol femenino se profesionalizó en España en 2021 y sobre todo, que las campeonas del mundo son referentes para miles de niñas en su país.