El defensa Eduardo Bauermann (Santos) es uno de los procesados por amaño de partidos en el fútbol de Brasil. Mensajes muestran cómo cayó en redes de mafiosos.

Hay escándalo en Brasil. Al menos siete futbolistas profesionales están siendo investigados por amaño de partidos para favorecer a apostadores, donde el caso de Eduardo Bauermann (del Santos) es el más emblemático.

De acuerdo a Perfil, la Justicia de Brasil ya procesó a siete deportistas por formar parte de mafias del juego que ganan dinero a través de sitios de apuestas.

La denuncia se radicó en la Justicia del Estado de Goías y le apunta a futbolistas de equipos grandes como Fluminense, Santos y Cruzeiro. El más conocido es Bauernmann, que fue separado del plantel del ‘Peixe’ por la directiva del club.

Un comunicado de la fiscalía informó que, además del defensa del Santos, fueron procesados y llevados a juicio Víctor Ramos de Chapecoense, Gabriel Tota de Ypiranga de Rio Grando do Sul, Igor Carús de Sport de Recife, Paulo Miranda de Náutico, Matheus Gomes del Sergipe y Fernando Neto del Sao Bernardo.

Además de los siete futbolistas mencionados, hay otros seis procesados acusados de organizar una asociación ilícita para presionar a los jugadores a cometer penales o recibir tarjetas en determinados momentos del partido para ganar las apuestas.

El drama de Eduardo Bauermann

En medio de la investigación, fueron filtradas las conversaciones de Eduardo Bauermann con uno de los apostadores.

El hombre del Santos habría aceptado por adelantado el pago de 10 mil dólares para recibir una tarjeta amarilla. Sin embargo, no cumplió su parte del trato y recibió presiones para hacerse expulsar en el duelo siguiente.

“Hermano, solo avísame con anticipación si realmente vas a poder hacerlo, de lo contrario, ni siquiera obtendré una tarjeta gratis”, comenta el central. “Quédate en paz, hermano. Va a funcionar. Siempre encontramos una manera”, le responde el apostador.

Bauermann sí se hizo expulsar en un partido ante Botafogo, pero lo hizo después del pitazo final y su tarjeta roja no contó para los sitios de apuestas. Las amenazas le llegaron de inmediato.

“¿Qué hiciste con tu vida, hermano? ¿Para qué te pagaron? Vas a pagar por todas mis pérdidas, hermano. Mira la mierda que hiciste. Te pagué, confié en ti. Era un maldito codazo, una bofetada a un rival”, le advirtieron el zaguero del ‘Peixe’.

La investigación recién inicia su curso, pero se espera que cada futbolista sea castigado con multas de hasta 40.000 dólares por “daño moral colectivo”.