El brasileño Dani Alves no puede participar de las actividades del equipo de fútbol de la cárcel donde está recluido en Barcelona por una potente razón.

En España han revelado nuevos detalles del presente del futbolista brasileño Dani Alves, quien está en prisión preventiva desde enero desde este año tras ser denunciado por violación.

El exjugador del FC Barcelona y Paris Saint-Germain, entre otros clubes, habría atacado a una joven de 23 años el pasado 30 de diciembre en un baño del club nocturno Sutton.

Por lo anterior, Alves permanece recluido en el penal Brians II (Cataluña) donde, de acuerdo a Infobae, lleva una vida “bastante tranquila”.

Actualmente, el brasileño duerme en una celda individual con ducha propia en el módulo 13 del penal, reservado para reclusos en prisión preventiva y que no son considerados peligrosos.

“Por el fuerte impacto mediático que supone tener al futbolista, la dirección del centro con buen criterio decidió que estuviera en este módulo para garantizar su seguridad y una reclusión más tranquila”, detallaron desde el citado medio.

Problemas para Dani Alves en prisión

Sin embargo, no todo es calma para Dani Alves en Brians II. La mencionada publicación indicó que el ex Barcelona quedó descartado para las actividades que el equipo de fútbol de la cárcel organiza.

Se especuló que el brasileño podía participar en un torneo entre centros de reclusión organizado por la Real Federación Española de Fútbol, pero esa opción fue desechada de lleno.

“Querían que Alves se integrara en el equipo de fútbol de presos, y que pudiera ejercer la figura de ‘monitor-entrenador’. Pero de momento se ha descartado por la ola de agresiones que en las últimas semanas se han vivido en el centro”, recalcaron.

Incluso, lo anterior derivó en una concentración de protesta de los funcionarios de Brians II en marzo pasado, cansados de las más de 1.200 agresiones sufridas por personal penitenciario en el último año.

Así, Alves solo practica deporte en ratos de ocio y se ejercita en el patio del penal donde, a veces, se suma a un improvisado partido con otros reclusos.