El elenco de Manuel Pellegrini sigue en el sexto lugar de la tabla, en plena zona de clasificación a la Europa League.

Un gol de penal de Borja Iglesias a los 85 minutos permitió al Real Betis recuperar la sonrisa y frenar el bache en el que se encontraba inmerso, dejando muy tocado al Getafe, al filo del descenso tras cuatro derrotas consecutivas.

El elenco de Manuel Pellegrini, tras los reveses sufridos en la Copa del Rey, la Supercopa de España y el último partido de Liga ante el Espanyol, visitó con el objetivo de cambiar la dinámica el Coliseum Alfonso Pérez, donde le esperó un Getafe con dudas tras encadenar tres derrotas seguidas.

Esa cercanía con el descenso atenazó al equipo madrileño, al que se le vio con pocas ideas, muy previsible en su juego y, con su habitual línea de cinco en defensa, fió toda su capacidad ofensiva a las individualidades de sus hombres más determinantes como Carlos Aleñá o Enes Unal, que en la primera mitad estuvieron muy apagados.

El Betis salió con una marcha más que el Getafe aunque con el paso de los minutos se fue contagiando del ritmo cansino de su rival, al que sólo fue capaz de crearle una ocasión de peligro en toda la primera parte. Fue a los 16 minutos con un cabezazo del brasileño Luiz Henrique que salió rozando el poste izquierdo de la portería defendida por David Soria.

En la segunda mitad el partido se animó, en parte por los cambios que se fueron sucediendo y también por la necesidad de ambos equipos por sumar los tres puntos para paliar sus respectivas malas rachas.

Los verdiblancos, en su apuesta decidida por llevarse la victoria, empezaron a acumular jugadores en las inmediaciones del área rival y volvió a probar suerte a los 73 minutos con un disparo lejano del argentino Guido Rodríguez que David Soria despejó con una buena estirada.

Cuando el partido empezaba a apagarse sin que ninguno de los dos equipos lograra romper la maraña defensiva de su rival, una mano dentro del área de Domingos Duarte permitió al Betis encontrarse con un penalti. Borja Iglesias, desde los once metros, no falló. Lanzó su disparo a la derecha, por bajo, y aunque David Soria adivinó la dirección no pudo pararlo.

El gol desató la euforia en el Betis y hundió al Getafe, que no se supo recomponer, sobre todo al no mostrar argumentos para hacer daño a su rival, y acabó desesperado sobre el césped escuchando los cánticos de ‘Quique, vete ya’ de un sector de la afición azulona.

Con esta victoria, el Betis, con Claudio Bravo en el banquillo, suma 31 puntos y se mantiene sexto de la clasificación, en zona de clasificación a competiciones europeas.