Pese a ser delantero, el futbolista brasileño no hizo ningún gol en su carrera tras pasar por diversos equipos de su país, Francia y México, donde tampoco llegó a completar un partido oficial.

El gol con la mano de Diego Maradona ante Inglaterra en México 86′, el ‘Maracanazo’ de Roberto ‘Cóndor’ Rojas en 1989 y la botella de agua con somníferos que Carlos Bilardo ordenó darle a Branco en pleno partido durante Italia 90′, han sido algunas de los mayores engaños (o trampas) en el fútbol sudamericano, pero, pese a los distintas consecuencias que acarreó cada uno, ninguno ha sido tan perenne como el de Carlos Henrique Raposo.

El futbolista brasileño, más conocido como Kaiser, se paseó como ‘jugador profesional’ en distintos equipos del mundo por más de 20 años, llegando incluso a ser compañero de Bebeto y Zico, pero sin haber disputado un partido completo de manera oficial en toda su carrera.

Es la excéntrica aventura del impostor más grande en la historia de este deporte, quien a punta de patrañas, estafó a más de una decena de clubes durante dos décadas (80′ y 90′) y vivió la lujosa vida de un futbolista exitoso sin tener que patear un balón.

Brasil, México, Estados Unidos y Francia

Kaiser nació el 2 de julio de 1963 en Brasil, cuna mundial de fútbol, específicamente en la localidad de Río Pardo. Sin embargo, creció en la ciudad de Río de Janeiro con su familia adoptiva, que lo apoyaba día a día en su sueño de ser jugador de fútbol, mientras se encontraba en las inferiores del Botafogo.

Por motivos que se desconocen, el delantero debió abandonar las filas del club a los 15 años. Un traspié que lo llevó al Flamengo, donde pudo ‘entrenar’ hasta firmar su primer contrato profesional a los 23 años, justamente, en la institución que lo formó; el ‘Fogão’.

La historia de este embaucador profesional no podía empezar de otra forma. ¿Cómo consiguió este contrato? Haciéndose amigo de una de las estrellas del plantel de 1986, Mauricio De Oliveira Anastácio, a quien convenció, con su don de la palabra, de armarle un perfil deportivo para seducir a la directiva, incluyendo falsos pasos por el fútbol argentino.

De esta manera y con apenas un par de minutos disputados, volvió al ‘Mengao’ un año después, otra vez, de la mano de un talentoso jugador, Renato Gaúcho.

“Tengo facilidad en hacer amistades. A muchos periodistas de mi época les caía bien, porque nunca traté mal a nadie”, reconoció el ‘exdeportista’, tras su retiro, a Globo Esporte.

Durante los años posteriores, Raposo echó mano a su amplia red de contactos en el mundo del fútbol -que crecía al ser considerado el ‘alma de la fiesta’ en los distintos bares nocturnos de Río de Janeiro- para fichar por el Puebla de México y El Paso de Estados Unidos, hasta conseguir su anhelado sueño en 1990; jugar, o más bien estar, en Europa de la mano del GFC Ajaccio de Francia.

Kaiser
Imagen | Presentación en el Ajaccio (Francia)

De acuerdo a datos comprobables, acompañados de estadísticas oficiales de la FIFA, Kaiser pasó por once clubes, incluyendo una experiencia en Arabia Saudí. Cualquier otro futbolista con ese historial hubiera disputado al menos 500 partidos oficiales, pero los registros del exdelantero dan cuenta que sólo ingresó 14 veces a una cancha, jugando sólo algunos minutos. Un oscuro récord que demuestra su pasión por el engaño.

Un mentiroso profesional: campeón de la Libertadores y sondeado por Barcelona

Pero, ¿cómo logró estafar a más de diez clubes profesionales? Lo primero que se debe consignar es que, en aquellos años, no existía la tecnología necesaria ni las redes sociales para corroborar la veracidad del currículum de Kaiser, quien incluso, llegó a mentir sobre un falso paso por Independiente de Avellaneda, con los títulos de Copa Libertadores e Intercontinental incluidos en su palmarés, antes de firmar su primer contrato.

En ese entonces, el brasileño se hizo pasar por su compatriota y tocayo en el ‘Rojo’, Carlos Henrique, quien fue titular en el triunfo del elenco trasandino sobre Liverpool para coronarse campeones intercontinentales en 1984. Un histórico plantel que no contó con ningún Raposo en sus filas.

Plantel de Independiente
Archivo | Independiente

Otra de las artimañas que usaba el carioca antes de cada ‘entrevista’ de trabajo era mentir, exageradamente, sobre los equipos que estaban interesados en él: Barcelona, por ejemplo. También se fotografiaba con indumentaria de otros elencos europeos como la del Admira Wacker de Alemania, con el objetivo de mejorar sus contratos inventando que dicho club lo quería fichar.

Kaiser
Imagen | Archivo

No obstante, el ‘truco’ favorito de Kaiser era firmar contratos de poca duración y fingir una lesión en su primer entrenamiento. Solía tocarse el muslo o la pantorrilla y pedía ser atendido por algún enfermero, librándose de trabajar con balón durante algunos días. Un ‘modus operandi’ que fue camuflado por un amigo dentista que tenía, quien, a falta de resonancias magnéticas en los equipos de fútbol de esa época, le ayudaba a obtener certificados médicos falsos.

Engaños relatados por el propio Raposo en distintos medios de comunicación brasileños, una vez que colgó los botines o, más bien, su máscara. Aunque una de las anécdotas más surrealistas de este exfutbolistas sucedió en 1989, cuando se encontraba a punto de debutar con el Bangu.

Y es que una vez que se le acabaron las excusas y su DT lo llamó desde el banco de suplentes para ingresar al terreno de juego, por temor a que lo descubrieran, comenzó una acalorada discusión con un hincha del equipo rival para ser expulsado.

“No me arrepiento de nada. Los clubes engañan mucho a los futbolistas y alguien tenía que vengarse de ellos”, expresó años más tarde.

Fiestas, sexo y una vida de ‘rockstar’

A raíz de su particular farsa que duró casi dos décadas hasta su retiro a los 38 años, el cineasta británico Louis Myles lanzó, en 2018, el documental titulado ‘Kaiser! The Greatest Footballer Never to Play Football’, que relata y recrea la vida de Raposo, quien participa en la obra audiovisual.

El falso deportista, además de detallar sus rutinarias mentiras, hace alarde durante todo el documental de su innumerable cantidad de encuentros sexuales con mujeres y su excéntrica vida similar a la de Ronaldo, Ronaldinho o Adriano, pero sin tener una uña de su talento.

“Era adicto al sexo, como Michael Douglas. Me acostaba con al menos tres mujeres por día… Conocí al primer ministro de Italia en una fiesta y tuve muchas orgías”, reconoció el carioca en la pieza de antología.

Kaiser! The Greatest Footballer Never to Play Football
Afiche de ‘Kaiser! The Greatest Footballer Never to Play Football’

El mayor impostor en la historia del fútbol. El engaño más grande de este deporte. La historia de Kaiser, el verdadero falso nueve.

“Todos los equipos a los que me uní celebraron dos veces: cuando firmé y luego cuando me fui” (Carlos Henrique Raposo, 2018).