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Cedric Bakambu rompió la racha negativa del Real Betis al anotar un gol de cabeza que selló la victoria 1-0 sobre el Mallorca, que sigue sin ganar en 2025. El equipo dirigido por Manuel Pellegrini tuvo dificultades al inicio, pero logró contener los ataques rivales con una defensa sólida. Tras el descanso, el Betis mejoró su juego y Bakambu estuvo en el ojo de la polémica al recibir una tarjeta amarilla por una acción violenta. El partido continuó sin grandes emociones hasta que Pablo García asistió a Bakambu, quien anotó el gol del triunfo, reenganchando al Betis a la lucha por Europa.

Un testarazo de Cedric Bakambu rompió la racha de tres derrotas consecutivas del Real Betis y reenganchó a su equipo a la lucha por Europa ante un Mallorca que perdonó en la primera parte y sigue sin ganar en 2025 (1-0).

Inicialmente, los dirigidos de Manuel Pellegrini tuvieron problemas para dominar a través de la posesión, aunque contuvo bien las aproximaciones del Mallorca en la primera media hora gracias a la contundencia de sus dos centrales y la seguridad que mostraron Ángel Ortiz y Arribas, futbolistas del filial que suplieron las múltiples lesiones del primer equipo.

El paso por vestuarios sirvió para que el DT chileno reorganizara a los suyos y, con la entrada de Altimira en lugar de Marc Roca, inclinaron el campo hacia la portería rival.

El choque subió de temperatura y la afición mallorquinista reclamaba tarjeta roja para Cedric Bakambu tras una acción en la que golpeó a un jugador bermellón sin el balón en juego, aunque Alberola Rojas cerró el problema con cartulina amarilla para el atacante.

Ninguno de los dos conjuntos era capaz de salir de la tónica accidentada del partido a lo largo del segundo tiempo y, en un choque con Isco, Greif dio el susto requiriendo atención médica durante varios minutos y estuvo a punto de pedir la sustitución, aunque pudo terminar el encuentro.

Cuando parecía que el partido iba a morir con el empate sin goles, un desmarque de Pablo García hacia la línea de fondo le permitió poner un centro que el bullado Bakambu remató de cabeza hacia la portería rival e inyectó una dosis de adrenalina necesaria para un Betis que no arrancó bien el año.