El elenco del tocopillano se impuso por la mínima y se mantiene como amplio líder del fútbol italiano, ad portas de enfrentar al Atlético de Madrid.

Condicionado por su próximo encuentro ante el Atlético de Madrid en Champions League, con un once conservador lleno de rotaciones y con Alexis Sánchez como punta de lanza, solventó el Inter de Milán la complicada tarea que tenía este sábado ante el Bologna (0-1) de Thiago Motta, al que se impuso por la mínima con el tanto de Bisseck confirmando el ‘Scudetto’, que sigue estando más cerca.

Ya no es sólo que el Inter vaya a ganar el título doméstico, el vigésimo de su historia, lo que irá acompañado de una segunda estrella en su escudo. Es que lo está haciendo gestionando sus esfuerzos para poder seguir sano en la Liga de Campeones, para la que Inzaghi reservó a Lautaro Martínez, Dimarco y Pavard, sin minutos.

No necesita más que una sola oportunidad. Juega bien cuando tiene que jugar bien. Sufre cuando tiene que hacerlo. Y sabe ser efectivo cuando toca. En el calendario estaba marcado este partido, al que ambos equipos llegaban sin perder desde enero. El partido más atractivo del momento en Serie A. Ambos eran conscientes de la dificultad del encuentro y la intensidad y la igualdad se impusieron al resto de factores.

Pero un centro lateral de Bastoni al segundo palo en el minuto 37 rompió un duelo sin grandes ocasiones. Apareció de manera inesperada su compañero en la zaga, Bisseck, para rematar picado y superar a Skorupski. Sólo antes una ocasión clarísima del ‘Niño Maravilla’ y un disparo de Darmian habían inquietado mínimamente al Bolonia.

Pero el Inter hizo su partido. Minimizó a Joshua Zirkzee, el mejor de los boloñeses, y mantuvo el resultado para dormir con 18 puntos de ventaja sobre Juventus, que tiene que jugar todavía esta jornada, y ya pensando en el trascendental partido en el Metropolitano.

El Bologna, por su parte, acabó frustrado y podría perder el colchón que tiene para mantener su plaza europea si Roma y Atalanta ganan sus respectivos partidos.