La estrella de la NBA, Dillon Brooks, recientemente incorporado a los Phoenix Suns, presentó una solicitud para renovar una orden de restricción contra su expareja y madre de sus dos hijos, Heather Andrews.
La solicitud se sustenta en denuncias de una serie de amenazas y comportamientos hostiles que, según él, podrían poner en riesgo su seguridad y carrera profesional.
La petición fue ingresada este miércoles en Los Ángeles, según documentos judiciales obtenidos por el medio Daily Mail. En ella, Brooks acusa a Andrews de haber hackeado sus cuentas de redes sociales, dañado sus pertenencias personales y emitido amenazas de violencia explícita.
Entre los mensajes citados por el jugador destaca uno particularmente alarmante: “Haré que alguien corte cada uno de tus malditos deditos uno por uno… Así nunca podrás jugar básquetbol jajaja… Y ahora entiendo por qué la gente es racista”.
Brooks, de 28 años, asegura que las acciones de su expareja no son recientes. De hecho, ya había obtenido una orden de restricción anterior, vigente desde noviembre de 2024 y con duración hasta fines de junio de este año.
La relación entre ambos se remonta a 2018, cuando se conocieron en Las Vegas. Poco después, Andrews quedó embarazada, noticia que —según el propio Brooks— conoció a través de una ecografía publicada por ella en redes sociales.
Desde entonces, el jugador afirma haber sido víctima de un patrón de acoso, incluyendo un flujo constante de mensajes que, en algunos casos, superaban el centenar en un solo día.
El jugador también denunció amenazas dirigidas a su círculo cercano. En uno de los mensajes, asegura que Andrews escribió: “Voy a mandar a alguien a buscar a tu madre”.
Brooks, quien disputará su octava temporada en la NBA tras su paso por los Memphis Grizzlies y Houston Rockets, busca que las autoridades extiendan la orden de restricción para garantizar tanto su integridad como la de sus hijos.