Los Timberwolves arrasaron a los Nuggets en Minnesota, forzando un séptimo partido en las semifinales del Oeste de la NBA.

Los Minnesota Timberwolves infligieron este jueves una humillante derrota por 115-70 a los Denver Nuggets, vigentes campeones de la NBA, para igualar 3-3 las semifinales de la Conferencia Oeste y forzar el séptimo y decisivo partido que se disputará este domingo en Denver.

Los Wolves llegaron a tener una ventaja de 50 puntos en un cuarto período en el que, con los titulares de ambos equipos ya en el banquillo, sellaron un contundente parcial de 24-0.

Liderados por 27 puntos de Anthony Edwards, los Wolves volvieron a ganar en esta serie tras las dos victorias iniciales cosechadas en Denver.

Desde entonces, habían perdido dos veces en casa y fueron arrollados por Jokic en el quinto partido. Este jueves en el Target Center, solo hubo sonrisas para unos Wolves que se jugarán la vida el domingo en Colorado.

Edwards acabó con 27 puntos, cuatro rebotes y cuatro asistencias; Jaden McDaniels metió 21 con ocho de diez en tiros de campo; el dominicano Karl Anthony Towns aportó un doble doble de diez puntos y trece rebotes; y el francés Rudy Gobert contribuyó con ocho puntos y catorce rebotes.

Los Nuggets fueron superados por completo. La cara del serbio Nikola Jokic, sentado en el banquillo ya al principio del cuarto período, lo decía todo.

El triple MVP, que había firmado 40 puntos en el quinto partido, con cero pérdidas, este jueves no pasó de los 22 puntos y nueve rebotes, con tres balones perdidos.

Jamal Murray nunca entró en el partido y terminó con diez puntos y cinco asistencias, con cuatro de 18 en tiros de campo. El banquillo de los Nuggets tan solo aportó nueve puntos, y ninguno hasta el final del tercer período. El de los Wolves aportó 36.

La victoria se convirtió en una auténtica humillación en el cuarto período, cuando los Wolves firmaron un parcial de 24-0 que disparó su ventaja hasta el 112-63.

El margen máximo llegó a 50 en el 114-64 y el Target Center lo celebró por todo lo alto con cánticos de “Wolves in 7”, hambrientos de victoria en el séptimo y decisivo partido de la serie de NBA.