Cuando todo parecía perdido, un final de película en el Madison Square Garden le dio un 2-0 de ventaja a los neoyorquinos en su serie ante los Sixers.

En la NBA la rabia, el corazón y la fe de unos New York Knicks que jamás se dan por vencidos les dio este lunes el triunfo frente a los Sixers por 104-101 y el 2-0 en una serie que ahora viajará 150 kilómetros al sur hasta Filadelfia.

No fue una noche de altos vuelos y baloncesto espectacular en el Madison Square Garden, pero el local se aferró su historia para lograr un agónica victoria.

Parecía que todo estaba perdido para los neoyorquinos con un -5 a falta de 47 segundos, pero un triple de un Jalen Brunson negado durante toda la velada, un robo a Tyrese Maxey y un triple épico de Donte DiVincenzo con 13 segundos por jugarse le dio la vuelta al marcador entre el delirio de la afición local.

Bojan Bogdanovic y Miles McBride reaparecieron en el mejor momento con dos triples seguidos del croata y dos canastas consecutivas de ‘Deuce’, pero Embiid y Maxey no se dieron por vencidos, igualaron el marcador y llevaron el encuentro a otro desenlace muy emocionante (94-94 con 3.49 el final).

Parecía que todo estaba decidido con un triplazo de Maxey a falta de 1.09 que puso un +4 para los Sixers, pero DiVincenzo encabezó la remontada y apoteosis final de unos Knicks con mil y una vidas.