La soberbia actuación del elenco canadiense deja al 'Team USA' sin premio de consuelo, dejándolo sin medalla por primera vez desde 2002.

Este domingo, Canadá hundió aún más a Estados Unidos (127-118) y se quedó con la medalla de bronce en el Mundial de Baloncesto de la FIBA, luego de un igualado partido que se decidió en la prórroga y que dejó al ‘Team USA’ sin presea por primera vez desde 2002.

Muchos apostaron por una final entre canadienses y estadounidenses, algunos se aventuraron a predecir que sólo una de estas selecciones iba a llegar al gran partido por el título, no obstante, pocos fueron los que pensaron que iban a dar espectáculo en el partido por el tercer lugar. Pero así fue, un inesperado encuentro por el bronce entre las dos favoritas, que ya clasificados para los Juegos Olímpicos, sólo pelearon por el honor.

Ambos elencos venían de sendas derrotas en semifinales, ante Serbia y Alemania. Una debacle viendo el nivel de los dos conjuntos, llenos de jugadores de la NBA. Aunque el partido en el Mall of Asia Arena de Manila (Filipinas) se presentó como una oportunidad ‘de bronce’ perfecta para la redención y para lanzar un aviso pensando en el desafío olímpico.

Y fue Canadá la que, con sufrimiento, consiguió redimirse y llevarse el honor del podio tras una lucha contra la potencia mundial de este deporte. En concreto fue un Dillon Brooks (Houston Rockets) que acabó el primer tiempo con unas marcas estelares (21 puntos y cinco de cinco en triples). El dominio canadiense, aprovechándose de un ‘Team USA’ adormecido mutó en un +10 de ventaja a falta de cuatro minutos, provocando el enfado del entrenador Steve Kerr en el banquillo, con la cara desdibujada ante el inicio de los suyos.

Pero pese a las reprimendas, el ‘Dream Team’ no pudo frenar la circulación de la Canadá de Jordi Fernández, que puso el 25-34 al final del primer cuarto, con Estados Unidos, eso sí, empezando a comparecer en el partido.

La charla de Kerr al descanso caló hondo en los jugadores estadounidenses, quienes salieron decididos a dar batalla. Un parcial de 12-0 (19-2 contando el final del primer cuarto también) le dio la vuelta hasta 40-36. Ya estaban ahí.

Aunque poco después, al final del tercer cuarto, Canadá volvió a encontrar las costuras de Estados Unidos en defensa y, con Shai Gilgeous-Alexander (Oklahoma City Thunder) a los mandos, exhibiendo superioridad y dejando detalles de calidad en cada posesión, volvieron a rubricar una ventaja de doble dígito (80-91) para encarar con cierta comodidad en último cuarto, con todo por decidir.

Pero EE.UU. no estaba dispuesta a irse del partido así como así, ni con ganas de protagonizar ‘otra sorpresa’ y, como ya hiciera en el segundo cuarto, se recompuso con contundencia, con un parcial de 7-0 que puso el 91-94. Canadá empezó a sentirse contra las cuerdas y el ‘Team USA’ mucho más ligero.

A falta de cuatro minutos y con un empate a 100 en el tablero. La igualdad era máxima. Cada fallo penalizado y cada acierto era un golpe sobre la mesa que podía ser decisivo, y tras una serie de puntos de Brooks y Gilgeous-Alexander, ponía una ventaja ya casi decisiva a segundos del final.

Fue entonces, con 108-111 en el marcador, justo cuando parecía que EE.UU. estaba desahuciado, cuando apareció Mikal Bridges (Brooklyn Nets) para errar un tiro libre, coger su propio rebote, irse a la línea de tres y empatar el partido dejando 0,6 en el reloj (111-111). Olynyk lo intentó desde la distancia, pero el partido se fue a la prórroga.

Volvió a arrancar mejor Canadá y en dos jugadas consiguió seis puntos de ventaja (112-118), con Shai desatado (31 puntos), sonriendo tras sus canastas, sabiéndose el elegido en estos momentos. Una ventaja de seis puntos que, esta vez, no dejaron escapar. Un triple de RJ Barret confirmó al victoria (118-127). Los menos favoritos aplacaron al siempre temido ‘Team USA’ y cerró su gran Mundial con la medalla de bronce. Estados Unidos, pro primera vez en 21 años, precisamente desde su Mundial en 2002, se quedó sin medalla.