La campaña 2022-2023 de la NBA tuvo su noche inaugural con victorias de los últimos finalistas; Boston Celtics y Golden State Warriors.

Jayson Tatum y Jalen Brown brillaron, este martes, en el TD Garden con 35 puntos cada uno y le dieron a Boston Celtics un triunfo por 126-117 ante Philadelphia 76ers, pese a la espectacular actuación de James Harden, en el partido que subió el telón a la nueva temporada de la NBA.

En el debut de Joe Mazzulla como entrenador jefe de los Celtics, tras la suspensión de Ime Udoka por violar las políticas internas de la franquicia, el elenco de Boston -reciente finalista- mostró todo su poderío liderados por sus dos estrellas más brillantes, frente a unos 76ers a los que no les bastó la gran actuación del ‘Barba’ y Joel Embiid, que se matriculó con un doble-doble de 26 puntos y quince rebotes.

Tras un sentido homenaje a su leyenda Bill Russell, quien falleció el pasado julio a los 88 años, los locales pudieron abrazarse ante su público y lograr una victoria que, pese a lo extensa de la campaña, los posiciona como uno de los favoritos para repetir su presencia en las finales.

Tatum abrió el nuevo curso con un doble-doble de 35 puntos y doce rebotes, con cuatro asistencias, un robo y un taponazo, mientras que Brown contribuyó con otros 35 puntos en una noche en la que los Celtics tuvieron un 56 % en tiros (46 de 82).

Por su parte y tras el final del Celtics-76ers, fue el turno de Golden State Warriors y Stephen Curry, que arrancaron su defensa del título con una victoria sin grandes dificultades ante Los Ángeles Lakers (123-109).

La vida sigue igual en la mejor liga de baloncesto del planeta. Cuatro meses después de que los Warriors se proclamaran campeones -recibiendo su anillo antes del encuentro-, los dirigidos por Steve Kerr se mostraron como un equipo sobrado de recursos y capaz de apretar el acelerador cuando más le conviene para reventar un encuentro sin sudar demasiado.

En cambio, la escuadra angelina, después de su histórico fiasco de la temporada pasada, reincidieron en algunos pecados mortales como la falta de tiro exterior (diez de 40 en triples), la insignificante aportación de su banquillo (sólo 24 puntos) o sus bajones en el tercer cuarto. No obstante, hubo algunos aspectos prometedores de los Lakers en el debut en el banquillo de Darvin Ham.

Con 20 temporadas a sus espaldas, LeBron James sigue desafiando el paso del tiempo (casi triple-doble con 31 puntos, 14 rebotes y ocho asistencias); Anthony Davis, tras una curso marcado por la lesiones, dejó buenas sensaciones (27 puntos, seis rebotes y cuatro robos); y el equipo, que no bajó los brazos hasta el final, dio pinceladas de lo que puede lograr apretando en defensa y aumentando las revoluciones de sus contraataques.

Russell Westbrook, que por ahora sigue en los Lakers tras un verano repleto de rumores, fue titular y consiguió 19 puntos y once rebotes.

Por parte de los Warriors -que ganaban de 27 puntos en el tercer cuarto y que se relajaron en el último parcial con la situación bajo control-, Curry brilló con 33 puntos, siete asistencias y cuatro robos. Andrew Wiggins sumó 20 puntos y Klay Thompson aportó 18 puntos.

Cabe consignar que el partido tuvo además el morbo de ver sobre la pista juntos a Draymond Green y Jordan Poole después del puñetazo que le dio el veterano al joven escolta en un entrenamiento de los Warriors.