El volante alemán Mezut Özil se ha transformado en el foco noticioso en Inglaterra. No por una actuación dentro de la cancha, sino que por protagonizar una fiesta con algunos compañeros del Arsenal en la que jugadores consumieron una peligrosa droga conocida como ‘gas de la risa’, y cuyos videos se han conocido durante la jornada.

Pero, además de ese escándalo, el alemán se ha metido en problemas por su adicción al videojuego Fortnite, la que retrasaría su recuperación en la lesión a la espalda que lo afecta desde el pasado 11 de noviembre.

Según consigna Daily Star, Özil lleva desde noviembre sin poder jugar por unos problemas lumbares, unas molestias de las que se tendría que haber recuperado pero que aún persisten impidiendo su reaparición en el Arsenal.

El medio inglés apunta a que su vicio al Fortnite podría ser uno de lo motivos por los que el alemán sigue de baja, ya que la estrella de los ‘Gunners’ dedica cinco horas al día al popular juego.

El periódico británico añade algunos datos del portal ‘Wasted on Fortnite’, donde se puede consultar el tiempo que cada usuario dedica al adictivo videojuego. El volante acumula 5.221 partidas con su usuario desde el último recuento, lo que se traduce en una media de cinco horas al día.

El medio, además, consultó con un médico especialista para conocer si los hábitos de Özil podrían afectar su recuperación. Considerando que el jugador debe estar sentado ante una pantalla, el experto señaló que, ante una lesión como la del alemán, Fortnite sí puede estar retrasando el regreso a las canchas del volante del Arsenal.