Scientific Reports

Estudio afirma que crías de Tiranosaurio Rex redujeron la diversidad de dinosaurios en la antigüedad

Por César Vega Martínez
La información es de Agencia EFE

25 febrero 2021 | 18:18

La diversidad de dinosaurios era menor de lo que cabría esperar y, además, había más especies grandes que pequeñas. Un nuevo estudio señala a las crías de Tiranosaurio rex y de otros enormes dinosaurios carnívoros como responsables de haber reducido la diversidad de especies.

Paleontólogos de la Universidad de Nuevo México (UNM) y de la Universidad de Nebraska-Lincoln publican hoy en Science un estudio que señala los efectos en un ecosistema del crecimiento de crías muy pequeñas de algunas especies de dinosaurios adultos de gran tamaño, al competir con rivales más pequeños.

El estudio es el primero que examina la diversidad de los dinosaurios a escala comunitaria tratando a los jóvenes como una entidad ecológica propia.

Las comunidades de dinosaurios eran, según Kat Schroeder de la UNM y director del estudio, “como los centros comerciales un sábado por la tarde… repletos de adolescentes”, los cuales constituían una parte importante de los individuos de una especie y “habrían tenido un impacto muy real en los recursos disponibles en las comunidades”.

Las especies como el Tiranosaurio Rex y otros megaterópodos nacían de huevos y por eso eran necesariamente pequeños, del tamaño de un gato doméstico, lo que implica que al ir creciendo, hasta alcanzar el tamaño de un autobús urbano y un peso de una a ocho toneladas, habrían cambiado sus patrones de caza y sus presas.

Los paleontólogos ya sospechan que los dinosaurios carnívoros gigantes cambiaban de comportamiento a medida que crecían, pero no se sabía, en gran medida, cómo eso pudo afectar al mundo que les rodeaba.


Con esta investigación el equipo puso a prueba la idea de que los dinosaurios “podrían estar asumiendo el papel de múltiples especies a medida que crecían, limitando el número de especies reales que podrían coexistir en una comunidad”, señala Schroeder.

Los dinosaurios tenían una diversidad “sorprendentemente baja” e, incluso teniendo en cuenta los sesgos de la fosilización, “realmente no había muchas especies”, destaca Felisa Smith otra de las autoras y también de la UNM.

Para abordar la cuestión de la disminución de la diversidad de los dinosaurios, el equipo recopiló datos de todo el mundo, que incluían más de 550 especies de dinosaurios, que organizaron por masa y dieta, examinaron el número de pequeños, medianos y grandes en cada comunidad.

Los resultados dieron un patrón claro. Había muy pocos dinosaurios carnívoros de entre cien y mil kilos, y “los juveniles de esos megaterópodos encajan perfectamente en ese espacio”, subraya Schroeder.

Además, fue clave observar la diversidad de los dinosaurios a lo largo del tiempo, pues las comunidades del Jurásico (entre 200 y 145 millones de años) presentaban lagunas más pequeñas y las del Cretácico (de 145 a 65 millones de años) las más grandes.

El autor explica que los megaterópodos del Jurásico no cambiaban tanto y los adolescentes eran más parecidos a los adultos, lo que dejaba “más espacio en la comunidad para múltiples familias” de grandes dinosaurios, así como para algunos carnívoros más pequeños.


El Cretácico, sin embargo, estuvo completamente dominado por tiranosaurios y abelisáuridos, que cambiaban mucho a medida que crecían.

Para saber si esa brecha fue realmente causada por megaterópodos juveniles, los expertos reconstruyeron las comunidades teniendo en cuenta a los adolescentes.

Combinando las tasas de crecimiento -a partir de las líneas encontradas en los cortes transversales de los huesos- y el número de dinosaurios infantiles que sobrevivían -basándose en los conjuntos fósiles-, el equipo calculó qué proporción de una especie de megaterópodos habría sido juvenil.

Schroeder expone que esta investigación es importante porque aclara, al menos parcialmente, por qué la diversidad de los dinosaurios era menor de lo que se esperaba basándose en otros grupos fósiles.

También explica por qué había muchas más especies de dinosaurios de gran tamaño que pequeños, que es lo contrario de lo que cabría esperar, pero “lo más importante es que demuestran los resultados del crecimiento de crías muy pequeñas a adultos muy grandes en un ecosistema”.