Por Erwin Vera Salazar

Lo marica era tomado como chiste, desviación o tragedia. De hecho, solía aparecer como un tema que iba por vías laterales a los diversos filmes que se producen año a año en el país. Como si este fuese un “género” cinematográfico aparte o con tópicos foráneos a las narrativas chilenas, situación que, paradójicamente, también encontramos en nuestra sociedad, en pleno siglo XXI.

Sin embargo, en los últimos quince años esa imagen cambió: ya no se trata solo de mostrar minorías sexuales, sino de entender cómo las disidencias reinventan las formas de mirar, narrar y sentir el país.

Ficción marica

Dicho lo anterior, en Ficción marica: Diversidad y disidencia sexual en el cine chileno (Editorial Metales Pesados, 2024), el director, productor de cine y académico chileno, Roberto Doveris (autor de la obra) presenta un libro cinéfilo. Por un lado, la obra sirve de ayuda al lector con el cómo y el porqué del nacimiento del cine LGBTQ+ en Chile. Y, por otro costado, nos enseña todo lo que dejó el análisis a diversos estrenos de la última década, como indica el propio autor:

“Me encontré con que se había investigado y escrito muy poco; salvo por algunas películas más insignes, mucho del cine LGBTQ+ no había sido registrado por la reflexión teórica (ni tampoco por la crítica de cine, que en Chile es bien escasa también)”. Este es un texto que va desde la investigación a la reflexión académica de aquellas obras que provocaron dicha observación.

Roberto Doveris, director de las películas “Las Plantas” y “Proyecto Fantasma”, expone relatos que hablan desde una sensibilidad Queer, cotidiana y que visibiliza a una comunidad que en épocas pasadas no tuvo la cabida o resonancia en las narraciones audiovisuales chilenas que se habían producido.

En sus 224 páginas, Doveris repasa diversas películas nacionales, que son imprescindibles para la construcción del relato, ya que, como él mismo expone, “… se habían realizado y estrenado muchísimas cintas chilenas que de una u otra forma abordan la diversidad y la disidencia sexual. Me pareció pertinente reflexionar sobre ese fenómeno, que no era para nada marginal si no que estaba en el centro de la producción de cine chileno contemporáneo…”.

Extra fílmico

Ficción marica: diversidad y disidencia sexual en el cine chileno es un texto que vuelca su mirada también a lo extra fílmico. Una reflexión que abre a la discusión después de examinar 80 largometrajes de ficción, como por ejemplo las cintas Los Fuertes (Omar Zuñiga, 2019), Muñeca (Sebastián Arrau, 2008)), Mi último Round (Julio Jorquera, 2011) o Las niñas (Rodrigo Marín) 2009, entre muchas otras.

Y es que el cine también forma parte de los cambios culturales y sociales que se han sucedido, a la par del crecimiento y desarrollo de la comunidad LGBTQ+. Cambios que, con cada cambio de gobernante, parecen caminar por una línea más delgada que la anterior, suponiendo un verdadero peligro para los derechos conseguidos.

Veamos. La última década marca un cambio radical, donde las películas ya no miran a las disidencias, son las disidencias. Lo son explorando temas centrales como la crisis afectiva, el deseo o la precariedad juvenil, como en la cinta El Diablo es Magnífico (2016).

Sin embargo, el verdadero quiebre llega con el cine Queer de la última década. De la mano de una generación cuyas películas ya no capturan la diferencia, sino que son la diferencia, permitiéndose reformular, desde ahí, la estructura misma del cine chileno.

En definitiva, lo marica ya no está al borde del plano. Está redefiniendo cómo es que el cine chileno piensa el cuerpo y la libertad.

Ficción marica: Diversidad y disidencia sexual en el cine chileno

Roberto Doveris,
Metales Pesados
2024