La gesta del Derecho de Autor en Chile: Un libro sobre un país en la vanguardia... que ya no es

Detalle de la portada de La gesta del Derecho de Autor en Chile, Editorial Catalonia

Por Ezio Mosciatti

26 mayo 2025 | 11:57

“Esa es mi postura filosófica: cómo hacer que los derechos de autor sean una cuota importante e irrenunciable, que los autores mantengan esos derechos y no los pierdan al momento de crear la obra, que inmediatamente pasa a ser de otro; pero, al mismo tiempo, cómo permitir que esos derechos diseminados en millares de obras no impidan su circulación, que los que quieran usarlas lo puedan hacer expeditamente.” (p 142)

El libro de Eduardo Carrasco Pirard (Editorial Catalonia), recopila una serie de conversaciones del filósofo, compositor y músico, con Santiago Schuster, abogado y fundador de una serie de asociaciones destinadas a proteger el Derecho de Autor de diversos creadores.

Santiago Schuster, dirigente

El libro La gesta del Derecho de Autor en Chile parte conversando con Santiago Schuster sobre su historia. Su infancia, por un lado, estará marcada por precariedades en una familia con muchos hijos, que deberá fragmentarse para poder sobrevivir.

Luego vendrá el protagonismo de Santiago Schuster como dirigente estudiantil en el Instituto Nacional y, después, en la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile, prontamente frustrado con el Golpe Militar de 1973.

Estos aspectos serán centrales para entender lo que mueve, en términos vitales, a Santiago Schuster. Por qué asume un tema aparentemente ajeno y lo hace -casi- como un activista sin militancia. También permite comprender cierta ética en su forma de actuar.

Abogado

La formación como abogado de la Universidad de Chile atraviesa en buena medida todo el libro La gesta del Derecho de Autor en Chile. Los razonamientos, la forma de abordar los problemas o desafíos, las herramientas que busca usar y con las que finalmente protege los derechos de los autores, están vinculados al Derecho, a su profesión.

Lo que muestra Santiago Schuster es cómo el Derecho, su ejercicio, se pueden poner al servicio de los creadores.

La gesta de la SCD

El libro de Eduardo Carrasco muestra, a través de estas conversaciones, la verdadera gesta que fue trasladar el cobro del Derecho de Autor desde un departamento de la Universidad de Chile a la SCD (Sociedad Chilena del Derecho de Autor), sociedad que creará para tener una herramienta eficiente que realmente sirviera a los creadores. Tanto para obtener los Derechos de Autor como para una serie de otros fines que les fueran de apoyo y difusión.

La mirada que entrega el libro es desde adentro, desde uno de sus principales protagonistas -Schuster- como de un creador que fue parte de este proceso, Carrasco. En este sentido, la conversación entrega datos, hitos, gestiones que se realizaron, pero también muestra afectos y sentimientos involucrados. Las energías que se necesitan para realizar una gesta. Y este es, posiblemente, uno de los aportes de este libro.

La gesta del Derecho de Autor en Chile también muestra las dificultades, los problema, peligros y derrotas que hubo en el proceso. Además, esboza lo que viene después de la épica, cuando las instituciones se consolidan y van perdiendo la fuerza y mística inicial, cuando pierden la energía inicial para enfrentar dificultades y ataques. O cuando no son capaces de contener todo lo que se deseaba, y se crean otras asociaciones, complementarias, como ATN (obras dramáticas), CreaImagen (imágenes fijas), SADEL (obras escritas) y Chileactores, entre otras, en las que también participó Santiago Schuster.

Fuerzas oscuras

El libro expone, por un lado, la concepción de Derecho de Autor centrado en el creador y, por otra, el de copyright, centrado en quien es dueño del producto. Una discusión que sigue vigente, una pugna que se mantiene viva. Una valora a las y los creadores, la otra pone énfasis en la industria, y propicia la concentración, que puede llegar a ser escandalosa.

También el libro aborda, brevemente, las dificultades que tuvieron con medios -radios y televisión, entre otros- o durante el Gobierno de Michelle Bachelet, con la Ministra Paulina Urrutia, donde se puso en cuestión lo que habían logrado.

El libro, por otro lado, esboza los desafíos y peligros que enfrenta hoy y seguramente afrontará en el futuro. Peligros vinculados al dejar de lado a los creadores (donde quien compra la creación se apropia de todos sus derechos asociados), a una concentración de las plataformas de difusión desequilibrando las posibilidades de negociación de los creadores y la debilidad que produce la fragmentación, entre otros.

Un punto aparte, son las pocas y débiles políticas asociadas a difundir las creaciones locales, como por ejemplo la Ley del Telonero, de gran y positivo impacto. También, y eso escapa al libro, es la discusión sobre cuánto se cobra, cuándo es pertinente y cuándo no, si es sobre ingresos brutos o netos, etc.

La dificultad de trabajar con creadores

Un punto menor, pero a mi parecer central, son las diferencias que aparecen entre las concepciones de Santiago Schuster y Eduardo Carrasco sobre qué es creación. El abogado plantea que son hechos difíciles de acotar, por su complejidad y diversidad, y lo que se puede definir es la creación humana. Carrasco insiste en una postura romántica, en plantear al creador como un ser especial, un ser único que recibe la inspiración -divina, cósmica- y es mediador hacia los demás.

Más allá de lo que cada cual entienda por creación y las formas de lograrlas, o el valor, creatividad, originalidad o valor que pueda tener una obra, las diferencias entre Schuster y Carrasco muestran las dificultades de trabajar en ciertas áreas con algunos creadores. De acotar temas, de circunscribirlos. Es una diferencia que, con un buen manejo, puede ser un potencial, al estimular la discusión, el avanzar en definiciones y en acotar temas y ámbitos.

Una cita

El libro presenta muchas reflexiones y acercamientos a distintos puntos centrales. Selecciono, uno:

“…no hay derecho más individualista que el derecho de autor. Imagínate que establece derechos morales sobre la obra, de modo que siempre la obra se vincula al nombre del autor; el derecho de integridad, por lo cual nadie puede modificar la obra o deformarla, nadie puede publicarla si el autor no está de acuerdo; es decir, esa es la afirmación más pura del individualismo. Por otra parte, no hay nada más colectivo que el uso de una obra intelectual , porque en los bienes físicos, los bienes del supermercado, soy yo con mi kilo de arroz; en cambio, en el mundo de los objetos creativos cualquiera puede acceder a una obra, no necesito ni siquiera hacerla mía, basta que pueda tener acceso a ella, y muchos pueden simultáneamente acceder a ella.” (p 139)

El libro La gesta del Derecho de Autor en Chile es un buen aporte para saber más y pensar sobre un tema central a la hora de fomentar la creación, apoyar a las y los creadores, fortalecer identidades y facilitar el acceso a esas obras únicas, expresiones centrales de nuestra humanidad. Un tema en cuestión y siempre en disputa y en peligro.