Un 28 de abril de 1953, nacía en Chile Roberto Bolaño, uno de los escritores más influyentes en la lengua española y autor de más de una veintena de libros.
Luego de su muerte, el 15 de julio de 2003, el creador de la mítica novela Los Detectives Salvajes, se consagró en el mundo literario latinoamericano como del resto del mundo, siendo sus obras traducidas a más de seis idiomas, además de tener 37 contratos de publicaciones en diez países.
Por su parte, sus libros 2666, Estrella distante y Los Detectives Salvajes, actualmente figuran en los 15 primeros lugares de la lista confeccionada en 2007 por 81 escritores y críticos latinoamericanos y españoles.
Hijo de un camionero y una profesora, Bolaño fue parte de una familia de clase media baja, que nunca perteneció al mundo de las letras, a pesar de que su madre solía leer Best Sellers frecuentemente.
Gran parte de su infancia la vivió en Valparaíso y Viña del Mar, sin embargo, a la edad de 15 años se trasladó junto a su familia a México, lugar donde consolidó gran parte de su carrera como literario y también donde fundó junto a 18 poetas más el movimiento poético del Infrarrealismo.
A lo largo de su carrera como escritor, Bolaño se hizo merecedor de más de 10 premios literarios, destacando el Premio Herralde en 1998 y el Rómulo Gallegos en 1999, por su obra Detectives Salvajes y los premios Altazor y de la revista Time a la mejor novela del año por 2666. Ambos galardones los mereció ya fallecido.
Para conmemorar al destacado escritor nacional, te dejamos sus cinco frases más célebres:
1.- “Escribir no es normal. Lo normal es leer y lo placentero es leer; incluso lo elegante es leer. Escribir es un ejercicio de masoquismo; leer a veces puede ser un ejercicio de sadismo, pero generalmente es una ocupación interesantísima”.
2.- “Escribir no es normal. Lo normal es leer y lo placentero es leer; incluso lo elegante es leer. Escribir es un ejercicio de masoquismo; leer a veces puede ser un ejercicio de sadismo, pero generalmente es una ocupación interesantísima”.
3.- “Todos tenemos algún antepasado imbécil. Todos, en algún momento de nuestras vidas, encontramos el rastro, las huellas vacilantes del más pelmazo de nuestros antepasados, y al mirar ese rostro huidizo nos damos cuenta, con estupor, con incredulidad, con horror, de que estamos contemplando nuestra propia cara que nos hace guiños y muecas amistosas desde el fondo de un pozo”.
4.- “El amor nunca trae nada bueno. El amor siempre trae algo mejor”.
5.- “Lo brutal siempre es la muerte. Ahora y hace años y dentro de unos años: lo brutal siempre es la muerte”.